La nueva España de De la Fuente al descubierto

La España de Luis de la Fuente vivirá su puesta de largo en Málaga. La Rosaleda será testigo del debut del riojano como seleccionador absoluto a todos los efectos. Aunque durante toda la semana se han ido viendo pinceladas de cómo trabaja el técnico, su gran prueba será sobre el césped del estadio malacitano. Y por ello, descubrimos cual es la idea que tiene el entrenador.

Uno de los grandes cambios estará en la portería. Kepa Arrizabalaga será el guardameta de la selección española en esta convocatoria. El vasco no juega con España desde el 7 de octubre de 2020, cuando el combinado nacional empató a cero contra Portugal en Lisboa. Luis de la Fuente le conoce a la perfección y tiene toda su confianza. Eso sí, lejos de la exigencia que imponía Luis Enrique a la hora de que los guardametas jugasen con los pies, el riojano prefiere que pare bajo palos y no arriesgue tanto, aunque la pelota siempre se cuidará.

La defensa no tendrá experimentos. Dos laterales que intenten sumar en ataque y dos centrales que saquen bien el balón, pero sobre todo que sean contundentes. En el centro del campo, Rodrigo, que es el jefe de esta España, o Zubimendi estarán en el pivote, mientras que por delante jugarán dos interiores con diferentes funciones. Uno será más box to box, mientras que el otro se acercará al ataque para jugar de enganche.

Por último, en la delantera el mayor cambio estará en que apostará por jugar con dos delanteros. Uno más posicional, mientras que otro partirá desde un costado, mientras que por la otra banda, Luis de la Fuente siempre es partidario de jugar con un extremo puro.

Varios dibujos y más de un plan

Luis de la Fuente apostará por varios dibujos. Será un 4-3-3 en ataque, pero en defensa se convertirá en un 4-2-3-1. La presión será importante y, como hacía Luis Enrique, arrancará desde la delantera. Eso no cambiará, ya que en este fútbol moderno el despliegue físico es importante.

Lo que sí tendrá la España de Luis de la Fuente será un abanico de planes para hacer daños a sus rivales. Posiblemente, el mayo pecado de su antecesor. La idea del riojano es ser protagonistas y dueños del balón, pero apostarán por un fútbol mucho más directo en ataque. Parece complicado que se vuelva a dar la imagen de impotencia vista ante Marruecos. Además, ya no estará ‘prohibido’ dar un pelotazo y, cuando suceda, no deberán pedir perdón al banquillo, cosa que sí sucedió durante el último Mundial.