Luto en Colombia

Muere repentinamente un atleta tras colapsar en una media maratón

Una media maratón que tenía que ser una fiesta terminó empañada por una tragedia

Uno de los corredores aficionados, Pedro Enrique Rodríguez Suárez, perdió la vida

Tras desplomarse a pocos metros de la meta después de sufrir un colapso

Media Maratón de Bogotá.
Media Maratón de Bogotá.

La Media Maratón de Bogotá 2025, que debía ser una gran fiesta deportiva por sus 25 años de historia, terminó empañada por una tragedia. Uno de los corredores aficionados, Pedro Enrique Rodríguez Suárez, perdió la vida tras desplomarse a pocos metros de la meta. El atleta, que participaba en la modalidad de 10 kilómetros, sufrió un colapso repentino cuando estaba a unos 200 metros de cruzar la línea de llegada. Aunque los servicios médicos actuaron rápidamente y fue trasladado al Hospital San José Infantil, los esfuerzos por reanimarlo no tuvieron éxito y se confirmó su fallecimiento poco después.

La noticia sacudió a los asistentes y participantes de la carrera, una de las más importantes del calendario deportivo colombiano. Más de 42.000 personas se inscribieron este año, muchas de ellas corredores profesionales de alto nivel, pero también miles de aficionados que solo buscan superarse a sí mismos y disfrutar del ambiente. Pedro Enrique era uno de ellos. Su muerte ha generado un fuerte impacto, no solo entre quienes lo conocían, sino también en el mundo del atletismo en general, que ya se ha solidarizado con su familia.

El peor desenlace para la maratón

A través de un comunicado, el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) lamentó profundamente lo ocurrido y expresó sus condolencias. También lo hizo la organización de la Media Maratón, que recordó el esfuerzo realizado para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los participantes. A lo largo del recorrido había varios puntos de atención médica, ambulancias y personal especializado, pero, como sucede en estos casos, hay situaciones que escapan incluso a la mejor logística. Todo ocurrió muy rápido y, aunque se actuó de inmediato, el desenlace fue el peor posible.

Lo que pasó ha encendido nuevamente las alarmas sobre la necesidad de realizar reconocimientos médicos antes de participar en este tipo de eventos, incluso cuando se trate de distancias cortas o corredores aficionados. Muchos deportistas, motivados por el reto o el ambiente, no siempre se preparan de manera adecuada o no están al tanto de problemas de salud ocultos que pueden agravarse en un esfuerzo intenso como una carrera. Médicos y expertos han insistido en la importancia de hacer revisiones periódicas, especialmente cuando se va a participar en pruebas de fondo.

A pesar de este trágico momento, la carrera continuó. En la categoría élite masculina, el keniano Philemon Kiplimo se llevó la victoria, mientras que la etíope Aynalem Desta fue la más rápida entre las mujeres. Pero más allá de los resultados, la jornada quedó marcada por el dolor de una pérdida que nadie esperaba.

Lo ocurrido este domingo servirá, sin duda, como punto de reflexión para futuras ediciones. Mejorar protocolos, reforzar la prevención y hacer conciencia entre los participantes serán claves para que tragedias como esta no se repitan. Mientras tanto, queda el recuerdo de un corredor que salió a dar lo mejor de sí y no pudo llegar a la meta. Su nombre ya forma parte de la historia de la carrera, no por una medalla o un récord, sino por esta trágica muerte que todos lamentan ahora en Colombia.

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