Marcos Llorente se machaca antes de la pretemporada
Por todos es sabida la importancia que Marcos Llorente le da a su físico. El mediocentro es un portento gracias al trabajo que realiza en el gimnasio y en los entrenamientos y a lo mucho que cuida su alimentación. Tanta es la obsesión del madrileño por estar siempre como un pincel que no para ni en vacaciones.
Desde que finalizase el Europeo sub-21 con España y comenzase su periodo de descanso no ha dejado de trabajar. Durante estas semanas ha sido habitual ver al canterano blanco ejercitarse. Ni los días que ha pasado en Mykonos, Grecia, le han parado. Cualquier objeto le servía para no perder el tono. Incluso, se le pudo ver hacer pesas con una roca.
Pero los viajes ya han terminado y Marcos piensa en el próximo 21 de julio, cuando se montará en un avión junto al restos de sus compañeros de la sub-21 para viajar a Estados Unidos a comenzar la pretemporada a las órdenes de Zidane.
Por ello, esta semana ya empezó a entrenar en la capital de España a las órdenes de Adolfo Madrid, su preparador físico y el de otros madridistas como Abner. Y ahora, ha decidido viajar a Vitoria, donde jugó la temporada pasada, para reencontrarse con viejos amigos, como es el caso de Ibai Gómez, y seguir haciendo ejercicio con su preparador de confianza. En Álava tiene como compañeros de series a Ibai, Toquero y Enzo Zidane.
Marcos está muy tranquilo y decidido a triunfar en el Real Madrid. Varios clubes, como el Mónaco, han preguntado por él, pero su sueño es jugar de blanco en el Bernabéu y Zizou ni se plantea dejarle marchar. Llorente se antoja clave en un centro del campo lleno de variantes.