Champions League: Barcelona-Nápoles

Makkelie y el VAR se comieron un penalti de Cubarsí a Osimhen

Cubarsí, Osimhen, penalti
La acción en la que el Nápoles pidió penalti de Cubarsí. (Movistar+)
Hugo Carrasco

El Barcelona contó ante el Nápoles con la ayuda del árbitro Danny Makkelie, puesto que no sólo no expulsó en la primera mitad a Christensen, sino que al inicio de la segunda perdonó un claro penalti de Cubarsí a Osimhen. Con el 2-1 en el marcador, en una acción en la que el delantero nigeriano conseguía controlar y filtrarse entre Araujo y el canterano culé, éste último le zancadilleaba abajo, llegando tarde a la disputa por el balón.

Ni el colegiado en primera instancia, ni desde el VAR consideraron que fuera penalti. A pesar de que el delantero se quedó tendido en el suelo tras el impacto, doliéndose por el golpe recibido por el central azulgrana, Clay Ruperti, que estaba al frente del videoarbitraje, no consideró que debiera avisar a su compañero para que revisara la acción en el monitor.

Un penalti que es similar al que el pasado viernes, en la Liga EA Sports, sí que le señalaron al Barcelona a su favor contra el Mallorca. Entonces, el colegiado acudió al VAR a revisar una caída en el área de Raphinha, después de chocar con Copete. En este caso, el neerlandés Makkelie prefirió no señalar nada y nadie le corrigió su decisión.

No era la primera ocasión en la que el colegiado perdonaba al Barcelona. Los de Xavi se habían librado de la expulsión de Christensen en la primera parte. Cuando apenas se habían disputado 20 minutos, y con los culés por delante en el marcador por 2-0, el central –reconvertido a pivote– hacía una entrada criminal sobre Lobotka que era merecedora de la roja directa, puesto que iba con la plancha por delante y que le pisó con ella en el tobillo.

Tampoco pitó el penalti de Cubarsí a Osimhen

El conjunto barcelonista se había adelantado tras arrollar en los primeros minutos y había conseguido dejar resuelta –o eso parecía– la eliminatoria, con los goles de Fermín y de Joao Cancelo. Fue entonces cuando, con el Nápoles buscando reengancharse al partido, se produjo la acción de Christensen, que se quedó sólo en amarilla. A pesar de la ayuda, Rrahmani hacía el 2-1 a la media hora y reavivaba la eliminatoria.

La entrada de Cubarsí a Osimhen en el área hubiese dado la posibilidad al Nápoles de igualar la eliminatoria y dejar, a falta de poco más de media hora para que terminara el partido, todo en el aire de cara a la clasificación para los cuartos de final. Sin embargo, Makkelie volvía a aparecer para ser protagonista, puesto que no señalaba nada y, desde el VAR, su compatriota Ruperti tampoco lo consideraba.

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