Liga Santander: Levante 2 - FC Barcelona 3

Luuk de Jong salva al Barça de la pena máxima

Luuk de Jong salva al Barça de la pena máxima
Luuk de Jong salvó otra vez al Barça.
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Luuk de Jong volvió a aparecer para salvar las opciones de Liga del Barcelona. El delantero holandés anotó en el tiempo de descuento el gol que dio los tres puntos al equipo de Xavi Hernández tras reponerse de tres penaltis en contra. El Levante desaprovechó sus oportunidades y se acordará de este encuentro si finalmente se consuma su descenso a Segunda División.

El partido cambió indudablemente con la entrada de Pedri y Gavi en la segunda mitad. El Barça recuperó la fluidez y el dinamismo que acostumbra y pudo sobreponerse a un Levante que jugó el encuentro como si fuese una final. Los granota cayeron con honores, pero se acordarán de no meter los tres penaltis de los que dispusieron.

El partido comenzó con un Levante mucho más intenso y agresivo que los culés. Quizá fue la resaca de Frankfurt o una mezcla del deseo de los valencianos por intentar salvar la categoría fue lo que les llevó a arrinconar a un Barça que pagó caro no contar con Pedri en la primera parte. El canario es el GPS de la Xavineta y sin él todo el mundo estuvo bastante desubicado en el campo.

El Levante supo que tenía vía libre para presionar al Barça a los 20 segundos de partido. Una pérdida tonta de Dani Alves permitió a Morales ensayar un disparo que se marchó por muy poco de la portería defendida por Ter Stegen. El alemán se convertiría en el protagonista de la primera parte con varias paradas de mérito.

La primera de ellas llegó en el minuto cuatro ante un intento de Campaña que iba con veneno. El Barça no era capaz de igualar la intensidad del equipo granota con varios fallos groseros en la salida de balón. Así no es de extrañar que el equipo culé buscase incluso el juego largo y de ahí llegó la ocasión más clara del equipo de Xavi en la primera mitad. Un pelotazo de Ter Stegen lo bajó Ferrán, quien intentó por bajo batir a un Dani Cárdenas que estuvo muy seguro.

El Levante tuvo la más clara de la primera mitad en un jugadón de Morales, quien hizo un slalom por el flanco zurdo esquivando a toda la defensa del Barça para finalmente llegar hasta más adelante del punto de penalti y ver cómo Ter Stegen sacaba una mano milagrosa para evitar un gol seguro. De hecho, el rechace iba para dentro y Eric García fue capaz de sacarlo sobre la línea con gran precisión.

El Barça estaba arrinconado y el Levante perdonó varios ocasiones más con un Araujo que se tuvo que multiplicar para detener el empuje de Roger. El descanso quizá fue la mejor noticia para un conjunto culé que no estaba nada cómodo. Quizá el césped alto podría ser un problema para la falta de fluidez azulgrana.

El Barça estaba espeso y Xavi pidió a Gavi y Pedri que acelerasen su calentamiento porque se olía que el Levante tendría su momento. En el minuto 50, Dani Alves cometió un penalti que no debería hacer nunca un veterano agarrando a Son en una pared y siendo sancionado con la pena máxima. El culé no daba crédito a la decisión de Munuera Montero, quien pitó el primer penalti en contra de los catalanes en toda la temporada.

Morales engañó desde el punto de penalti a un Ter Stegen que no pudo obrar otro milagro. El Levante se vino arriba y en apenas tres minutos después dispuso de otro penalti tras una mano clarísima de Eric Garcia. El equipo local decidió cambiar de lanzador y Roger cogió la responsabilidad. El delantero optó por tirarle al sitio donde el portero se lanzó en el penalti anterior encontrándose con una intervención magistral del holandés.

Xavi tiene fondo de armario

De lo que pudo ser un 2-0 se pasó a un 1-2 en apenas 10 minutos. La respuesta a esta pregunta la encontramos en la entrada en el campo de Pedri y Gavi siendo ambos definitivos para una remontada que mantiene vivas las esperanzas de Liga culés.

Ambos dinamizaron una sala de máquinas culé que estuvo funcionando con carbón con un De Jong y un Nico que estuvieron grises. La entrada de los nuevos Xavi e Iniesta dinamizó el ataque culé hasta el extremo. Primero Dembélé recuperó su vieja conexión del Dortmund con Aubameyang para ponerse a su amigo un caramelo para que lo rematase al fondo de las mallas con la frente.

Cuatro minutos después, Gavi desbordó a la defensa granota con un eslalón en el que se marchó de los rivales y cedió atrás un balón para que Pedri rematase raso y colocado –evocando a una de las conexiones clásicas de Messi y Jordi Alba– para certificar la remontada visitante.

El Levante se quedó totalmente impactado por los acontecimientos. Roger se marchaba del campo al poco de culminarse la remontada momentánea con lágrimas en los ojos. No había piedad de los jóvenes contra un equipo que se jugaba gran parte de sus opciones de evitar el descenso y que todavía estarán dándole vueltas al penalti fallado.

El fútbol, sin embargo, le dio una tercera oportunidad al Levante en forma de otro penalti inapelable de Lenglet sobre Dani Gómez. Melero, el tercer lanzador diferente del equipo, no perdonaba esta vez a Ter Stegen dejando un final de partido loco por delante.

El Levante y el Barça intercambiaron golpes como boxeadores que se quitan los guantes. Parecía que a nadie le valía el empate y en ese juego los culés encontraron a un viejo socio, el holandés Luuk de Jong. El delantero ya salvó varios puntos al inicio de la segunda vuelta y esta vez no fue menos en el tiempo de descuento cuando un frentazo suyo a pase de Jordi Alba ajustició a un Levante que se llevó un tremendo castigo. Los locales lo intentaron hasta la extenuación, pero el Barça siempre tiene una vida extra. El sueño de la Liga sigue siendo posible para Xavi y los suyos.

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