Kyrgios: «Bebía cada noche, me quemaba cosas en el brazo, me hacía cortes… Me odié a mí mismo»
Desgarrador testimonio de Nick Kyrgios sobre su época más oscura
Reconoce que bebía y se autolesionaba porque se odiaba a sí mismo
Reivindica la figura de Andy Murray, que le ayudó mucho a recuperarse
Se declaró culpable de una agresión a su ex novia
Nick Kyrgios siempre ha estado rodeado de polémicas y asuntos extradeportivos que han enturbiado su carrera. De su nivel tenístico y su talento nadie duda, pero el australiano quizás no ha sido todo lo constante que debería. Ahora está lesionado, recuperándose para volver a su mejor nivel, habiendo superado ya una de sus épocas más oscuras. Kyrgios no duda a la hora de hablar de ello y su desgarrador testimonio ha sorprendido a muchos.
El Bad Boy del mundo del tenis admite que entró en una espiral de autodestrucción muy peligrosa de la que fue difícil salir. En su última aparición pública, con Piers Morgan en TalkTV, el de Canberra admitió que llegó a ganar títulos en el circuito mientras se emborrachaba cada noche, atravensando un momento personal terrible.
«Aquella fue una época bastante oscura, sinceramente. Gané torneos en el circuito profesional bebiendo cada noche, autoinfligiéndome lesiones, quemando cosas en mi brazo, haciéndome cortes en mi cuerpo por diversión. Hacerme daño se convirtió en una adicción. Me odié a mí mismo. Odiaba levantarme y ser Nick Kyrgios», desvelaba el tenista australiano, que poco a poco fue saliendo de aquel agujero negro.
Andy Murray fue uno de los que se dio cuenta que Kyrgios no estaba bien, tratando de ayudar al australiano para que saliera del pozo en el que estaba metido. Es por ello que el de Camberra tenga una deuda pendiente con el escocés, al que agradece su apoyo porque le ayudó a recuperarse de algo muy complicado.
Kyrgios lo ha superado
«Andy siempre me apoyó muchísimo. Tan pronto como llegué al circuito, vio que había mucho talento por pulir y mucho trabajo que hacer, así que inmediatamente me protegió. Poco después, en un punto de mi carrera, se dio cuenta de que era un jugador ‘entrenable’ o de que yo estaba forjándome mi propio camino, pero siguió siendo alguien que siempre estaba ahí para lo que necesitase. Él vio mis marcas y me preguntó: ‘¿Qué es eso que tienes en el brazo?’ En aquel momento estaba bastante mal. Obviamente, Andy trataba de darme consejos y de ayudarme, pero yo estaba tan encerrado en mí mismo que en aquel momento no oía nada. A día de hoy le estoy muy agradecido, le agradezco muchísimo lo que hizo».
Un Nick Kyrgios que ha podido superar ese bache y recuperarse de una época muy oscura. Por eso ahora quiere ayudar a jóvenes que se encuentran en una situación similar: «Siento que, después de abrirme y contar todo esto, he sido capaz de ayudar a mucha gente. Siento que he sido un faro para mucha gente que lo está pasando mal. Cuando se sienten sobrepasados, apuntando hacia las drogas o el alcohol, se abren y sienten que me puedo identificar con ellos. Eso ha sido lo más poderoso que me ha ocurrido en mi carrera: que la gente acuda a mí con problemas reales. Me mandan fotos en Instagram, mensajes directos, en los que dicen que quieren suicidarse. He tenido charlas con estas personas, a veces incluso llamadas. Noto que eso marca la diferencia y me hace estar realmente orgulloso».
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