Ultras rusos y hooligans ingleses se vuelven a pelear en las calles de Lille
Los hooligans ingleses y rusos se han vuelto a pegar. Esta vez ha sido en Lille, donde este miércoles Rusia se enfrentará a Eslovaquia en su segundo partido de la Eurocopa. Los ultras de Ingalterra viajaron desde a Lens, donde juega su selección el jueves frente a Gales, a Lille, situada a tan sólo 40 kilómetros.
Varias decenas de hinchas, borrachos, se enfrentaron por la tarde en una terraza de un bar frente a la estación ferroviaria de Lille-Flandres. Se lanzaron de todo: botellas, sillas, mesas… Entre los participantes se encontraban ultras rusos encapuchados y uno de ellos llevaba una camiseta emblemática de los Orel Butchers, los hooligans del Lokomotiv de Moscú, con la inscripción «Fuck Euro-2016».
Minutos antes de buscar la confrontación contra los ingleses, este radical ruso explicó a la agencia francesa AFP sus intenciones de pegarse con los hooligans: «Vamos a pelearnos. Si los ingleses tienen el coraje de venir, les aplastaremos. Odiamos a los ingleses». El incidente duró unos minutos, hasta que se terminó con la llegada de la policía y de varias unidades antidisturbios.
Esta circunstancia preocupa a las autoridades francesas, puesto que ambas aficiones ya protagonizaron violentos enfrentamientos en Marsella durante el pasado fin de semana que se saldaron con 35 heridos, entre ellos un ingles que sufrió un paro cardiaco y sigue «en estado crítico, pero estable».
El prefecto de la región Norte anunció que todos los bares del centro de Lille cerrarán el miércoles y el jueves «a partir de la medianoche» y que se desplegará un gran número de policías «para saturar el espacio urbano de presencia policial» con el fin de evitar este tipo de enfrentamientos entre aficiones. También se ha prohibido la venta de alcohol en tiendas o supermercado desde las 16 horas de este martes a las seis de la mañana del viernes.
Este martes el tribunal de disciplina de la UEFA decidió una «descalificación en suspenso» de Rusia de la Eurocopa. Es decir, la exclusión inmediata del equipo ruso del torneo en caso que sus aficionados vuelvan a protagonizar incidentes dentro de los estadios antes del final del torneo, como hicieron en el Velódromo de Marsella en el empate a uno contra los ingleses.