Tenía 64 años

La historia de Antonio, el aficionado del Granada que murió en su templo luchando contra un cáncer

El fútbol español, de luto por la muerte del aficionado del Granada

Falleció en el propio estadio pese a los intentos de los médicos por salvarle

Antonio tenía 64 años y luchaba contra un cáncer desde hace tiempo

Muere una mujer viendo un partido de fútbol de su hija

Granada CF, ambulancia
La ambulancia en Los Cármenes (Europa Press).

El fútbol español sigue de luto por la muerte del aficionado del Granada en la grada de Los Cármenes cuando su equipo jugaba contra el Athletic. El partido se detuvo en el minuto 18 después de que se avisara al colegiado de una urgencia médica. Tras más de media hora tratando de estabilizarle, se confirmó su fallecimiento en el propio estadio. Horas después se conoció la identidad de la víctima. Su nombre era Antonio, tenía 64 años y «habría firmado morir en Los Cármenes», dice entre lágrimas su viuda.

«Mi marido habría firmado morir en Los Cármenes… por supuesto», comentaba Nuria Aguilar al diario Ideal sobre Antonio Trujillo Izquierdo, de 64 años, a quien los servicios de emergencia trataron de reanimar sin éxito tras sufrir una paro cardíaco en la grada del estadio nazarí. «Subió desde Salobreña con mucha ilusión por ver a su equipo», añadió la esposa del fallecido seguidor del club rojiblanco.

Luto por el aficionado del Granada

En declaraciones a Radio Marca Granada, la ya viuda de Antonio Trujillo, abonado del Granada desde hace 16 años, recordó que «nunca se perdía un partido de su Granada viniendo desde Salobreña. Llevaba unos meses luchando contra un cáncer, pero decía como el himno del Granada, luchar hasta el final».

«El fue con mucha ilusión por ver a su equipo. Era abonado desde hacía muchísimos años, desde antes de la vuelta a Primera División. Yo creo que no se perdió ni un solo partido. Solía ir con nuestro hijo mayor, Antonio, pero él no pudo ir esta vez al trabajar fuera y, aunque otras veces le acompañaba nuestra hija pequeña, Nuria, esta vez fue solo», cuenta Nuria.

«Le dejé en la puerta del campo y me fui al Nevada (centro comercial) para hacer tiempo y recogerlo después, pero mi hijo, que iba camino de Córdoba, le llamó para preguntarle cómo iba el partido y al no cogerle el teléfono me llamó para decírmelo y, al hacerlo yo, me lo cogió Fernando (empleado del club). Él me buscó cuando llegué y fui con mi marido al hospital en la ambulancia, pero ya había muerto. No sé si se pudo haber evitado de actuarse más rápido. Creo que no, pero no lo sé… no hay muchas vueltas que dar», añade la viuda del aficionado del Granada.

A Antonio le diagnosticaron un cáncer el pasado mes de mayo y su mujer le dijo que él iba a luchar con todo hasta el final, como dice el lema de su querido Granada: ‘Eterna Lucha’. «Si no le hubiese visto bien por la mañana no le habría dejado ir. De hecho, mi hijo Antonio, que es médico, nos dijo que si estaba tan bien como decía no había problema en que fuese. Mi marido habría firmado morir en Los Cármenes… por supuesto. Él decía que, como el Granada, lucharía hasta morir. ‘Eterna lucha’, ¿no dice así?».

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