Guía práctica para los aficionados del Real Madrid en Kiev
Kiev ya está preparada para acoger la final de la Champions League entre el Real Madrid y el Liverpool. La capital de Ucrania se volcará hasta el domingo para vivir el mayor espectáculo futbolístico a nivel de clubes del mundo con un enorme despliegue que pasa por facilitar la movilidad de los aficionados de uno y otro equipo por la ciudad. La final será una fiesta del fútbol y se pretende que así lo sean también las horas previas.
Se estima que unos 12.000 aficionados del Real Madrid se desplacen, esperando ver como su equipo levanta la tercera ‘orejona’ consecutiva. Desde las 21.30 horas del viernes saldrán vuelos desde Barajas con rumbo a la final. Los afortunados que hayan podido costearse el alojamiento podrán pasar la noche en su hotel, mientras que el resto deberán hacerlo en el aeropuerto ucraniano o bien en el autobús lanzadera que le espere a su llegada. Una vez en la ciudad, podrán moverse a sus anchas en transporte público, haciendo uso de un bono de transporte gratuito que puede descargarse desde la web del club blanco.
Desde la mañana del sábado, los hinchas madridistas irán llegando desde el aeropuerto al punto de encuentro fijado por la UEFA, en Palats Ukraina, cerca de la estación de metro del mismo nombre. Allí habrá un punto de información, puntos de venta de comida y, lo más importante, el servicio de consignas para depositar las mochilas, pues estará prohibido el acceso al estadio con bolsas de dimensiones superiores a 20x25x45 cm. También será desde el lugar que salgan los autobuses lanzadera rumbo al aeropuerto a la conclusión del encuentro.
No habrá fan zones
Como viene siendo habitual en las últimas finales organizadas por el organismo continental, no habrá fan zones específicas de uno u otro equipo. En su lugar estará el Champions Festival, situado en pleno centro de la capital ucraniana, a 20 minutos a pie del punto de encuentro madridista y a dos paradas de metro.
En él se podrá disfrutar de un gran ambiente en el que la música y las actividades serán las protagonistas. Ambas aficiones convivirán en este sitio, en el que habrá una exposición con los mejores momentos de las finales de la Champions, una tienda oficial de la UEFA con objetos de uno y otro equipo, futbolín humano y un expositor en el que fotografiarse con el trofeo. Permanecerá abierto desde las 11.00 horas del sábado hasta las 20.00.
Kiev se blindará
Con el fin de proteger la integridad de los miles de aficionados de Real Madrid y Liverpool, las autoridades ucranianas han preparado un enorme dispositivo de seguridad de cara a la final. Se prevé que 12.000 efectivos velen por la seguridad de los más de 50.000 aficionados de uno y otro equipo desplazados hasta Kiev para el partido.
Como viene siendo habitual en este tipo de eventos, serán varios los controles que se establezcan en determinados puntos de la ciudad soviética, habrá cortes de tráfico por el centro y 8.000 policías patrullarán las calles, tratando de evitar posibles altercados. Se quiere evitar que los ultras locales de equipos como el Dinamo de Kiev se encuentren con los hooligans ingleses.
En el estadio serán 4.000 los efectivos que se encargarán de la seguridad. Las puertas del NSC Olimpiyskiy abrirá sus puertas a las 18.45 horas. Cabe recordar que en Ucrania es una hora más, por lo que la final no comenzará hasta las 21.45 (hora local). La forma de llegar hasta él será a pie, pues la estación de metro más cercana permanecerá cerrada desde una hora antes de la apertura de puertas.
Antes de entrar, los aficionados deberán pasar tres anillos de seguridad. En el primero habrá arcos detectores de metales para garantizar que cada individuo no lleva ningún arma u objeto que ponga en riesgo la integridad del resto de hinchas. En el segundo, la seguridad privada del estadio se encargará de realizar cacheos exhaustivos a cada aficionado que tenga intención de entrar al estadio. Por último, el tercer control se establecerá en los tornos que dan acceso al campo. Todo sea poco por garantizar que la final sea un éxito y una fiesta para ambas aficiones.