La gran familia española

«El ambiente es mucho mejor que el del mes de marzo». Esta frase sale del seno de la concentración de España en Holanda, donde el combinado nacional está jugando la fase final de la Liga de Naciones. Tras ganar a Italia en semifinales, Luis de la Fuente y sus hombres pondrán rumbo a Róterdam para tratar de hacerse con el título frente a la siempre competitiva Croacia de Luka Modric.

En la concentración de la selección española se respira un clima de unidad. De equipo. Justo lo que quiere conseguir Luis de la Fuente. Si en el mes de marzo el ambiente fue bueno, con alguna alteración, en este mes de junio se ha conseguido que todo vaya sobre ruedas. La figura de los veteranos, como Jordi Alba y Jesús Navas, los únicos que saben lo que es ganar con la camiseta de España un título, ha sido vital para conducir a un grupo sano, pero en construcción.

También ha sido muy importante la figura de Luis de la Fuente. El seleccionador ha sido capaz de aislarse del ruido externo para crear una burbuja que permita a la selección española convivir en el día a día con la más absoluta tranquilidad. El seleccionador es una pieza fundamental y ha logrado que el equipo esté «a muerte» con él, como aseguran desde la concentración de España.

Como motos

Este buen ambiente también se ha trasladado al césped, donde los jugadores han entrenado durante toda la concentración a máxima intensidad. De hecho, tras ver la carga de trabajo, Luis de la Fuente y su cuerpo técnico decidieron suspender la primera sesión del lunes, para realizar sólo la de la tarde. Todo están muy implicados.

Esto también se vio ante Italia, donde el equipo supo sufrir para terminar ganando un partido que le lleva a jugar una nueva final. La manera de celebrarlo, con una primera piña en la que estaba Luis de la Fuente y con una foto final con la afición española presente en el estadio del Twente de fondo, explica a la perfección lo que es este grupo.

La sonrisa de Ansu y el peso de Olmo

En toda esta alegría, hay dos nombres propios que destacan desde la Federación. Uno es el de Ansu Fati, que ha vuelto a sonreír. El atacante poco a poco va subiendo su nivel dentro del campo, pero lo más importante es que está siendo feliz de nuevo. «En el Mundial pasaron cosas que para él fueron feas», aseguran. Ahora, empieza una nueva etapa con España y la confianza se mantiene intacta.

Por otro lado, está Dani Olmo. El jugador del Leipzig sufrió una molestia en al aductor el pasado domingo que no le permitió jugar la semifinal. No obstante, pidió quedarse con el grupo y Luis de la Fuente lo agradeció, ya que le considera uno de los pesos pesados del vestuario. Su objetivo ahora es jugar contra ‘su’ Croacia la final.