PRIMERA DIVISIÓN / JORNADA 10

Giuliano Simeone salva a su padre del desastre

El hijo del entrenador, decisivo en la remontada ante el Leganés

Dio el pase del 2-1 a Griezmann e inició la jugada del gol del empate

El triunfo a última hora enmascara un partido horroroso del Atlético

Atlético de Madrid
Tomeu Maura

Giuliano Simeone salva a su padre del desastre y enmascara un partido horroroso del Atlético. El hijo del entrenador, que saltó al campo a los 57 minutos con 0-1 en el marcador, fue decisivo en la remontada ante el Leganés sirviéndole en bandeja a Griezmann el 2-1 e iniciando la jugada del empate desde su nueva posición de carrilero derecho. No obstante el resultado no puede dejar pasar por alto una tarde infame de los rojiblancos, superados durante mucho rato por un rival que sólo pudo oponer ilusión y entusiasmo. El triunfo in extremis cierra una semana trágica a la espera de jugar el próximo miércoles ante el Lille en la tercera jornada de la Champions.

Este Atlético está muy lejos de dar la impresión de poder aspirar a algo serio. Con diez jornadas consumidas sigue invicto, pero deja demasiadas lagunas en todas las demarcaciones. Su solvencia en ataque es muy limitada y va tirando de parches. Hoy ha sido Giuliano, pero la sensación es que se trata de una anomalía. La plantilla está cogida con pinzas y el propio Simeone transmite mucha inseguridad desde el banquillo.

La primera ocasión se demoró 10 minutos y la fabricó Griezmann con un taconazo en el área al que no llegó en condiciones Sorloth, que se limitó a tocar el balón para que Dmitrovic lo embolsara sin demasiadas dificultades. Barrios fue el siguiente con un disparo desde fuera del perímetro que se marchó desviado. Correa tuvo un poco más tarde algo mejor puntería, pero nada lo suficientemente serio como para poder aspirar al gol.

Lejos de entonarse con sus primeras llegadas, el equipo agachó la cabeza y entró en un agujero negro que pareció eterno. El Leganés empezó a defender sin agobios e incluso se atrevió a viajar a la zona prohibida de la mano de Raba, al que tuvo que placar Lenglet al paso por la primera media hora para evitar que encarara a Oblak. En la grada empezaron a oírse silbidos y abajo en el césped Simeone dio muestra evidentes de descontento. El equipo no funcionaba en absoluto.

Fue entonces cuando llegó la debacle. A los 34 minutos Neyou apareció en el área, Lenglet se limitó a mirar y el camerunés aprovechó la ocasión para soltar un latigazo que venció a Oblak y se alojó en el fondo de la portería para elevar al marcador un 0-1 que sonaba más a demolición que a resultado de un partido de fútbol. El desastre estaba servido.

34′ ¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL! ¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL DEL LEGA! ¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL DE NEYOU!

El resto del primer tiempo fue la demostración de la impotencia a la que había llegado el Atlético, absolutamente incapaz de crear una sola ocasión clara. Correa y Riquelme aportaron dos tiritos que acabaron en poder de Dmitrovic, que no tuvo que realizar ninguna parada de mérito. La bronca con la que el estadio despidió al equipo cuando Munuera Montero les mandó al vestuario era el justo veredicto a 45 minutos infames.

Simeone dejó en el camerino a Nahuel para dar entrada a Lino y cambiar de carril a Riquelme, pero el que pisó primero el campo contrario en el segundo acto fue el Leganés, que obligó a Lenglet a interponerse ante un disparo de Raba y a mandar a córner después un centro comprometido desde la banda. La primera respuesta rojiblanca del segundo acto fue de Sorloth, pero su lentitud provocó que Tapia llegara a tiempo para mandar el balón a la esquina. Poco después Correa tuvo la primera ocasión clara de su equipo en una recuperación de Griezmann, pero el argentino tiró fuera en el área pequeña.

Viéndole las orejas al lobo, el Cholo tiró de todo el repertorio para darle la vuelta a la debacle y dio entrada de golpe a Julián Álvarez, De Paul y Giovanni, que reemplazaron a Koke, Riquelme y Correa y a las primeras de cambio un centro del menor de los hijos de Simeone acabó con un remate fuera de Lino, que además se golpeó con el poste en su afán por impactar mejor con el balón.

Lesionado Lenglet en un encontronazo con Witsel, el belga resultó vital en el tan esperado empate, que se demostró hasta los 69 minutos. Tras una acción meritoria de Giuliano el defensor flamenco maniobró dos veces en el área y acabó cediendo a Sorloth, que esta vez sí acertó y con la espuela batió a Dmitrovic para evitar una derrota vergonzosa y entrar en los últimos 20 minutos de partido con opciones para la victoria. El propio Sorloth tuvo el 2-1 en la jugada siguiente, pero no supo ni qué hacer con el balón en el borde del área.

GØL pic.twitter.com/DyBLVgnA7m

De Paul primero y Julián después estuvieron muy cerca del gol en una recta final de dominio absoluto del Atlético que acabó resolviéndose en una acción de pundonor y coraje de Giuliano, que peleó con fe un balón que parecía perdido y lo recuperó para cedérselo a Griezmann, que tocó suave con la puntera ante Dmitrovic para marcar el 2-1 y permitir sumar tres puntos que mantienen al equipo en la pelea, aunque una cosa es la clasificación y otra, por desgracia, la realidad de lo que transmite en el campo.

GRIZIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII pic.twitter.com/0NocOs9q3r

Munuera acabó dejando su sello en el partido, como no podía ser de otro modo, mostrándole una tarjeta roja a Griezmann que el VAR le obligó a anular y alargando la agonía rojiblanca durante ocho interminables minutos en los que Munir reclamó un penalti que detuvo el corazón de la grada hasta que el VAR ordenó seguir la jugada. Al final hubo que llegar hasta el minuto 100 y en el 99 Sorloth, que ya había fallado uno claro, se aprovechó de una acción de Julián para conseguir de rebote el 3-1.

 

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