Los sueños de Fernando Alonso y McLaren-Honda se descongelan: libre desarrollo en 2017
Se abrieron los cielos del ocaso congelado para Honda. Tras meses encarcelados en un universo de complejos motores lacrados por un discutido reglamento, las cadenas de los tokens se han desligado como Django en la de Tarantino. En la cárcel donde compartían celda con Renault puede haber un túnel hacia el éxito como en Cadena Perpetua. Y Alonso, obviamente, sonríe.
Dejando los símiles cinematográficos, aparece una realidad que es el teléfono de la esperanza para Fernando Alonso, McLaren y Honda. El sistema de tokens que tantos quebraderos había producido en los motoristas japoneses desaparecerá en 2017. Se acabó la congelación de las enigmáticas unidades de potencia. En la temporada señalada por todos como la del cambio en la normativa F1, se pasa de las primeras dos copas son gratis, a la total barra libre.
La aerodinámica será más agresiva, los neumáticos más anchos, los motores sonarán más, mejor y con más potencia. ¿Qué puede salir mal? La cordura que tanto se echaba de menos por el ‘Gran Circo’ ha vuelto en boca de Cyril Abiteboul. El jefe de Renault, que hoy fardaba de nuevo ‘carro’ para 2016, ha dado la noticia ante todos los medios: “El sistema de tokens será eliminado”. Lo ha hecho con semblante estoico, firme, pero con la procesión nazarena por dentro.
“Una de las razones por las que hemos estado de acuerdo es que todos necesitamos que el rendimiento de los motores converja. Una Fórmula 1 dominada por el rendimiento del motor no es buena para nadie. No es buena para Mercedes ni para Renault o Ferrari, todos queremos que eso cambie. Hemos decidido eliminar el sistema”, completó el francés.
¿Último año de Alonso en F1?
Sólo un ‘pero’ para trasladar las ideas del laboratorio al monoplaza: las mejoras serán introducidas en los V6 Turbo cuando el piloto sustituya algún elemento de su tren motriz. Tras dos años de desierto (camino del tercero), con las mejoras llegando con cuentagotas, el oasis promete ser un hotel de 5 estrellas. Con Ferrari golpeando algún gancho ya a Mercedes; Honda pasando de pañales a calzones; y Renault trabajando en monoplaza-unidad de potencia de forma simbiótica, todo apunta a un 2017 de competición real. Un 2017 que podrá significar el último de Alonso por el parque de alquitrán. Un año en el que sus sueños, ya descongelados, por fin podrán ser impulsados por los jefes de lo onírico: Honda.