Exhibición y a la final

España ha ganado 4-1 a Francia y jugará el próximo domingo ante Alemania la final del Europeo sub-21. Los de Luis de la Fuente comenzaron el partido perdiendo después de que los galos se adelantasen de penalti, pero Marc Roca, Oyarzabal, Olmo y Borja Mayoral dieron la vuelta a un encuentro en el que el combinado nacional dio una auténtica exhibición futbolística.

Comenzó bien España. Fiel al estilo que lleva imponiendo durante todo el torneo, el combinado nacional arrancó el encuentro muy metido y creando grandes problemas a su rival. Un contrincante que lo pasa mal cuando es atacado por las bandas, algo que los chicos de Luis de la Fuente tenían claro. Así explotaron los costados y hacían sudar al combinado galo en unos primeros compases que darían un giro de 180 grados cuando el árbitro comenzaba a equivocarse.

Primero, Georgi Kabakov, juez del partido, dejaba sin señalar una mano dentro del área francesa de Ballo-Touré. El lateral cortaba de forma antirreglamentaria una gran acción de Dani Olmo, pero el árbitro decidía no pitar nada al entender que tenía la mano pegada al cuerpo, aunque para nada era así y su error era mayúsculo. El VAR tampoco rectificó la acción. Aunque lo peor vendría justo después. Cuando España se desorganizaba, dejaba correr a Francia y Junior, en su afán por parar el ataque, tocaba a Guendouzi dentro del área. Aquí no tuvo dudas el trencilla. Penalti y amarilla para el defensor del Betis. Mateta no perdonaría y adelantaba a Francia desde los once metros.

El gol dejó tocada a una España que sacó de centro, perdió el balón y permitió un ataque de Francia que terminaba en una intervención salvadora de Sivera cuando Mateta ya se preparaba para celebrar el segundo tanto. Tras el susto mayúsculo, la sub-21 comenzó a carburar y a recuperar las riendas del encuentro. Junior creaba peligro por la banda, Ceballos empezaba a entrar en juego y Bernardoni hacía un paradón a Pablo Fornals para evitar el empate. Eso sí, esa gran intervención terminó en un córner que pudo aprovechar Marc Roca para fusilar al meta galo dentro del área pequeña tras hacerse con otro rechazo propiciado por la intervención de un portero que quería ser héroe.

La igualada hacía justicia y permitía a España respirar. Tocaba el equipo nacional y creaba peligro, especialmente con un Junior que estaba haciendo saltar por los aires una y otra vez a Francia. Aunque el segundo gol español llegó de penalti. Oyarzabal sufría una entrada de Konaté por detrás y el propio delantero de la Real Sociedad transformaba el lanzamiento para cerrar el primer acto con ventaja.

Recital y a la final

Pasaron ambos equipos por los vestuarios, se refrescaron para sacudirse el intenso calor que hacía en Reggio-Emilia y volvieron al césped. Unos querían sentenciar cuanto antes. Los otros buscarían la remontada. Los que se llevaron el gato al agua fueron los que comenzaron el segundo tiempo con ventaja. Es decir, los españoles. Oyarzabal domó el balón en el centro del campo, tiró una sensacional asistencia en profundidad para Fabián, que controló, levantó la cabeza y asistió a su derecha para la llegada de Olmo, que empujó a placer un balón que terminaba besando las redes galas. Una jugada espectacular creada por un equipo espectacular.

Fornals pudo hacer el cuarto instantes después en un mano a mano con Bernardoni, pero el portero de Francia ganó la partida. También pudo recortar distancias el cuadro galo con un disparo de Mateta, pero tampoco encontró premio. Fue Borja Mayoral el que puso el cuarto y definitivo gol. Tras fallar una muy buena ocasión, el balón se marchó a córner y terminó cayendo en las botas del de Parla, que de primeras definía para cerrar la goleada española.

Sivera, clave en la primera parte con una parada providencial que lo cambió todo, volvió a volar para salvar un tanto francés. No se movería más el marcador, aunque la selección tuvo ocasiones para hacerlo, y España terminó sellando el pase a la finalísima. Ante el cuadro germano los de Luis de la Fuente buscarán venganza, ya que cayeron hace dos años en Polonia, y el quinto entorchado continental.