España despide a una Copa Davis maldita
España dijo adiós a la Copa Davis en medio de un gafe generalizado con lesiones, positivos covid y la eliminación por un solo set como broche.
Carreño cede ante Medvedev
España cae en el dobles y se despide de la Copa Davis
España puso el cierre a la última Copa Davis que afrontarán en los próximos años en calidad de anfitrión. El equipo nacional tuvo que sobreponerse a constantes desafíos marcados por la mala suerte y acabó cayendo, de madrugada, en un partido de dobles resuelto por una ruptura final que pone la guinda en el papel envenenado de los de Bruguera. El papel de Feliciano –espectacular–, Carreño y Granollers es digno de mención, pero las importantísimas bajas acabaron por pesar, igual que el sorteo que nos emparejó con Rusia y que deparó la eliminación de España por un set.
Lo que debía ser una Davis de fiesta y con máximas aspiraciones de reeditar el título de 2019, también ante la afición madrileña, comenzó a torcerse en agosto, cuando Rafael Nadal, indiscutible líder hace dos años, anunciaba su baja para lo que restaba de año debido a una lesión en el pie. España se quedaba sin referencia pero seguiría remando, y Sergi Bruguera anunciaba un equipo de plenas garantías con tres tenistas de máximas garantías en individual, Carreño, Bautista y la joya Alcaraz, un líder moral como Feliciano y un jugador top en dobles, Marcel Granollers.
El equipo llegó a Madrid y comenzó entrenando en el Madrid Arena, nueva sede del torneo, cuando llegó el segundo golpe en forma de lesión. Roberto Bautista, el otro héroe de la Ensaladera de la Caja Mágica, debía renunciar al torneo a última hora después de una rotura abdominal que le dejaba K.O. antes de tiempo. Y no sería la última noticia fatídica.
Alcaraz y Bautista K.O.
Carlos Alcaraz, que llegaba de ganar las NextGen ATP Finals con un juego maravilloso y que era el principal reclamo mediático del torneo, al menos en la sede de Madrid, anunciaba horas antes del debut de España que había dado positivo por coronavirus y, por ende, debía abandonar la concentración y el torneo. El resto de miembros de la plantilla dieron afortunadamente negativo y ello y la vacuna evitaron la descalificación forzosa, pero con Albert Ramos y Pedro Martínez llamados a ultimísima hora, el equipo se quedaba en cuadro y sin dos de sus tres mejores hombres.
Con todo, España saltó al tapete el viernes ante Ecuador y sacó adelante el objetivo, no sin complicaciones. Con Feliciano había líder para rato y Carreño, que tuvo más problemas de los esperados en su individual, trabajó en una maratón de más de cinco horas para atar, con ayuda de Granollers en el dobles, los dos puntos que anotaban el pleno de los anfitriones. La crueldad quiso que el destino no premiara el esfuerzo de los tres elegidos, y es que con alguno de los dos sets cedidos ante los sudamericanos en el bolsillo, España habría estado en cuartos.
La guinda envenenada ante Rusia
Rusia se asomaba como referencia no sólo en el Grupo A, sino de cara al triunfo final pero España, sin miedo y con la misma alineación del viernes en individuales, se sacó de la manga a Feliciano y este volvió a responder, rozando la perfección, para remontar a Rublev y poner en pie el Madrid Arena. De hacer cálculos para entrar como mejores segundos a soñar con ser primeros.
El choque entre Carreño y Medvedev apagó la euforia pese al esfuerzo meritorio del tenista de Gijón. Si Daniil tiene el día es a día de hoy casi imposible de frenar y Pablo no pudo pese a contar con momentos de gran juego. La derrota era doble ya que casi al mismo tiempo, en la sede paralela de Austria se confirmaba la victoria de Alemania que dejaba a Serbia como segunda clasificada y superior a España en porcentaje. Con Suecia –segunda del Grupo B– ya eran dos, por lo que había que ganar el dobles sí o sí.
Se presentaron Marcel Granollers y Feliciano López dispuestos a confirmar la gesta ante Karatsev y Rublev y se apuntaron el primer set, con la mitad del trabajo hecho. Sin embargo, el mayor nivel actual de dos enormes jugadores individuales igualaron la contienda y con ello, permitieron un juego sin presión por estar clasificados, lo que se tradujo en una victoria in extremis en un juego decisivo en el que dos tenistas tuvieron libertad sin presión y los españoles, una buena dosis de la segunda y el gafe que ha perseguido a la vigente campeona hasta sellar su eliminación.