España cierra el círculo en la Eurocopa

La clasificación de la selección femenina para la final de la Eurocopa fue mucho más que una victoria. España ganó a Alemania por primera vez en su historia para cerrar un círculo que comenzó el pasado año. En los Juegos Olímpicos, las campeonas del mundo se despedían de vacío contra las germanas, desatando el último gran terremoto que se ha vivido en Las Rozas. Llegaron decisiones difíciles, se puso de nuevo todo en cuestión, pero al final, «con trabajo y con tiempo» se ha conseguido recuperar la normalidad y lograr que el vestuario reme en una misma dirección.

La victoria contra Alemania fue importantísima en el plano deportivo. Pero casi que lo es más en todo lo exterior, por todo lo que simboliza. Se trata de un triunfo con el que España se desquita de todo lo que era imposible para estas jugadoras. Nunca se había ganado a las germanas, ni se había alcanzado una final de la Eurocopa. Además, tiene esa dosis de venganza por lo ocurrido en los Juegos de París y que termina de sanar a un vestuario que llega lanzado a la final de esta Eurocopa.

Después de perder contra Alemania, Montse Tomé entendió que tenía que hacer una revolución. La asturiana quería que reinara el buen ambiente en el vestuario. Quería un grupo unido, en el que el compañerismo y el trabajo primaran por encima de todo. Como dijo en su momento: «La selección masculina es un ejemplo en eso. Son una familia y ahí tienen el rendimiento que tienen. Queremos trabajar en esa línea».

Entonces llegaron decisiones complicadas. Dejó fuera a Misa Rodríguez, Jenni Hermoso y, en un primer momento, a Irene Paredes. La capitana, eso sí, terminó regresando. Y menos mal que lo hizo. Las que no volvieron fueron la portera del Real Madrid y la delantera del Tigres de México. Esta última había tenido varias salidas de tono por sus ausencias o por la falta de minutos en plena competición. Las mantuvo desde entonces, con ataques directos a Tomé.

España disfruta en la Eurocopa

Pero el tiempo ha dado la razón a la entrenadora. Por fin se habla sólo de fútbol en la Selección. El ruido queda a un lado. Nadie se acuerda de las que no están, ni de episodios anteriores a todo esto. El grupo está unido. Y los frutos se recogen en el campo. Da igual quién juegue, en qué minuto se entre… nadie pone una pega. Todas reman en pro de la victoria. El resultado no puede ser mejor, puesto que están en la final.

El triunfo contra las germanas supuso un alivio para el grupo. No fue el partido más brillante de las campeonas del mundo, ni su mayor goleada, pero sí que fue el mejor triunfo de este equipo. Un duelo en el que nunca bajaron los brazos, en el que entregaron sobre el césped todo lo que tenían y en el que lograron romper, por fin, su techo. Alemania era la criptonita, pero en la noche del miércoles, España consiguió poner fin a la historia, con un triunfo importantísimo que cierra el círculo y que las mete en la final de la Eurocopa. Ahora, a por Inglaterra.