El guante de Messi noquea a un valiente Celta

Leo Messi vive en otra dimensión del fútbol. El argentino machacó a un Celta valiente en el Camp Nou para mantener a los suyos en el liderato de la Liga. El 10 hizo de todo en una goleada engañosa porque los gallegos bregaron mucho más de lo que el resultado indica. Sin embargo, Messi rompió la baraja consiguiendo goles, regalándolos y firmando regates imposibles.

Berizzo planteó una estrategia para evitar que Sergio Busquets tocara el balón. Con Wass marcándole al hombre, Luis Enrique tardó en encontrar soluciones para la salida del balón. Sergi Roberto fue ese enlace necesario entre medio y delantera, aunque fue una tremenda jugada de Iniesta la que dejó a Neymar sólo ante Sergio. El guardameta leyó a la perfección el intento de vaselina del brasileño.

Con el Celta bien asentado en el partido y con ocasiones, fue Messi el encargado de sacar a su equipo de un aprieto con un auténtico golazo de falta en el que adelantó ostensiblemente el balón. Los gallegos, lejos de asustarse, confiaron en continuar la estrategia de Berizzo y justo antes del descanso encontraron el premio.

Jordi Alba cometió un penalti infantil sobre Guidetti cuando el ariete huía del marco defendido por Claudio Bravo. El lateral piso el pie de apoyo del delantero que posteriormente no perdonaría la pena máxima para establecer el empate.

El Barça arrolla en la segunda parte

El Barcelona salió como un auténtico vendaval al inicio de los segundos 45 minutos. Luis Suárez estrelló un balón en el poste nada más comenzar tras una gran jugada de Neymar. El charrúa no perdonaría a la siguiente que tuvo. Messi superó a toda la defensa gallega con un pase de vaselina para dejar al punta todo libre para que fusilase a Sergio.

El Celta tuvo sendas ocasiones de Wass para empatar el duelo. El Barcelona parecía nuevamente conformarse con un resultado corto como había ocurrido en los últimos partidos ligueros. Sin embargo, Messi no pensaba lo mismo y otro chispazo suyo dejó a Neymar cara a cara con Sergio. El brasileño le regateó y remató. Luis Suárez, ante la duda de que pudiera ir al poste, firmaba su segundo tanto.

El hat-trick de Suárez se culminó tras una nueva obra de arte de Messi. El argentino rompió a Jonny en una baldosa con un regate de esos que sólo puede hacer un genio. El defensa gallego le derribó y mando a Messi a los once metros. El crack emuló a Johan Cruyff haciendo un pase en el penalti para que Luis Suárez reconquistara el trofeo de máximo goleador a Cristiano Ronaldo.

Rakitic y Neymar se unirían a la fiesta en las postrimerías del partido con sendos tantos. Sin embargo, el festejo no se entendería sin la presencia de un Messi que firmó un partido soberano dominando en todas las facetas ofensivas del juego y demostrando que los duelos también se pueden ganar sin tener que marcar goles. El argentino suma 299 tantos en Liga. Su límite todavía está lejos de ser conocido.