EIBAR – REAL MADRID: JORNADA 28 DE LIGA

Cristiano es arma blanca

Cristiano es arma blanca
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Un doblete de Cristiano Ronaldo, que no quiere librar ni los fines de semana, dio al Real Madrid una trabajada y sufrida victoria en Ipurúa ante un Eibar que siempre dio la cara y fue un equipo valiente y reconocible. Los de Zidane, con un once plagado de estrellas, se remangaron y supieron sufrir en un partido que fue mucho más incómodo para los blancos que el del Parque de los Príncipes. Soberbia actuación de Modric, que jugó los 90 minutos y dio un recital.

Zidane sorprendía otra vez. El once ante el Eibar estaba plagado de estrellas como el cielo de un pueblo en una noche despejada. Cuatro días después de conquistar el Parque de los Príncipes, muchos esperaban un Real Madrid de novilleros, pero Zizou se llevó a todos sus matadores… y los puso a jugar. Sólo descansaba Benzema, que de matador tiene poco, por mucho que su entrenador lo defienda como un padre defiende a un hijo rebelde.

No estaban en el once los tres jugadores que más se vaciaron en París –Kovacic, Lucas y Asensio– y la alineación del Real Madrid era la de Cardiff con Bale por Benzema. Vamos, un equipazo. Para muchos el de gala. Keylor; Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric, Isco; Bale y Cristiano Ronaldo. La presencia de Kroos y Modric en el once titular era la prueba irrefutable de que ya están recuperados.

Pero enfrente estaba el Eibar, que sale a cada de partido de Ipurúa como si le persiguiera la Guardia Civil. La presión del equipo de Mendilibar pronto encerró al Real Madrid en su área, que vivió varios bombardeos en el primer minuto de juego. Era imposible que los de Zidane dieran más de dos pases seguidos sin encontrarse un azulgrana encima.

El Eibar es un tsunami

El Eibar era un alud que estaba sepultando al Real Madrid. Intentaban rehacerse los de Zidane en torno a una pelota que les hacía la cobra como una sueca a Alfredo Landa. Se sobrepusieron los blancos al arreón inicial de los de Mendilibar y llegaron al menos vivos a los primeros diez minutos de juego. Aunque jugar, lo que se dice jugar, el Madrid jugaba poco.

Sufrían los blancos como Piqué el día de la Hispanidad. Mientras al Eibar le durase el gas, salir del campo propio parecía misión imposible. Lo intentaron con algún pase largo a la carrera de Bale, pero el Eibar estaba mejor posicionado que la guardia suiza en el Vaticano.

Una buena mano de Keylor Navas a disparo de Kike García evitó el 1-0 al filo del minuto 20. Fue tras la enésima pérdida de balón de los blancos en el centro del campo. Respondió el Madrid con una carrera de Bale, tirado a la izquierda, que acabó en los pies de Isco rodeado de armeros. Tiró al muñeco.

Zidane vivió su primera mala noticia al filo de la media hora: Varane sufrió un golpe en la cabeza con Kike García y tuvo que salir del campo con un enorme chichón en el parietal y un poco conmocionado. Entraba el irreductible Nacho. Y de repente el Real Madrid encontró una ocasión clara en una carrera al espacio de Bale, que se plantó solito ante Dimitrovic que evitó el tanto. Luego Cristiano se durmió en el rechace y el Eibar conjuró el peligro.

Marca Cristiano, respira el Madrid

Entonces apareció en el partido Luka Modric. Robó una pelota en el mediocampo y trazó una diagonal majestuosa con el exterior del pie. Allí encontró el desmarque de Cristiano Ronaldo. Al contrario que Bale un minuto antes, el luso no perdonó ante Dimitrovic y adelantó al Real Madrid en pleno sufrimiento.

El tanto agitó al Madrid, que encadenó tres córners seguidos en los que Sergio Ramos se asomó al gol. Igual que Cristiano, que obligó a Dimitrovic a hacer una de las paradas de la Liga con una mano prodigiosa en el 42. Como prodigiosa fue la ulterior jugada de Modric con doble caño incluido. El Eibar, más tocado que nunca, necesitaba el descanso con urgencia. Que llegó sin solución de continuidad.

Los de Mendilibar volvieron a salir en tromba en la reanudación y poco tardaron en hacer el 1-1. Fue en un córner que concedió Keylor para evitar el gol de vaselina de Capa. De resultas del mismo, Ramis emergió entre los centrales del Real Madrid para cabecear abajo picado y lograr el empate. A los de Zidane les tocaba remangarse otra vez.

Iguala el Eibar, Cristiano perdona…

Lo hizo comandado por un inspiradísimo Modric, que perdonó el 1-2 tras otra genial acción individual. El duelo era Falete durmiendo en una cama estrecha: podía caer para cualquier lado. En el 60 Dimitrovic volvía a hacerse gigante para sacar un remate a bocajarro de Cristiano. Era un gol cantado y fue una parada estratosférica. También la tuvo Bale, pero su cabezazo se marchó desviado.

El Real Madrid retomó el control del partido. Al contrario que en otros duelos ligueros, los de Zidane se lo estaban tomando en serio. El técnico metió a Benzema y Lucas Vázquez por Kroos y un desdibujado (otra vez) Isco. Se consumían los minutos y de nuevo la incertidumbre presidía un duelo con mucha ida y vuelta.

… y Cristiano sentencia

Tuvo el Eibar el 2-1 en el minuto 80, pero Kike García a echó fuera en el mano a mano con Keylor. El Madrid volvía a coquetear con la derrota. Pero entonces volvió a aparecer Cristiano. Mientras Ipurúa chuflaba el luso aprovechó para cabecear con violencia un centro medido de Carvajal. Los blancos volvían a adelantarse en el marcador después de otra gran jugada coral. Ahí murió el partido. El Eibar lo intentó en los minutos finales, pero su empuje no fue suficiente para igualar el partido a un Real Madrid que tiene en sus filas a Cristiano Ronaldo, que es arma blanca.

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