Los directivos del Barcelona jalearon a Laporta mientras lanzaba insultos, patadas y puñetazos en el palco
La cúpula culé aplaudió su bochornoso espectáculo en el estadio de Yeda
Su comportamiento hacia Rafael Louzán, presidente de la RFEF, fue impropio de un dirigente institucional
Laporta protagonizó un corte de mangas histórico tras conocer la cautelar del CSD
Surrealista. Esperpéntico. Bochornoso. Y, sobre todo, muy violento. Lo sucedido en el palco durante la previa del Athletic-Barcelona de las semifinales de la Supercopa de España pasará a la historia negra del fútbol español como el día en el que un presidente de uno de los clubes más importante de nuestro país perdió los estribos hasta puntos desorbitados. Joan Laporta perdió el norte y los que estuvieron a su alrededor, directivos del conjunto azulgrana, lejos de frenarle, le alentaron.
Sí, fue lamentable lo vivido en Yeda. La imagen que el Barcelona trasladó en el palco del estadio King Abdullah Sport City fue vergonzosa. Su presidente, su cabeza visible, perdió el control desde el momento en el que se confirmó que el Gobierno de Pedro Sánchez, vayan a saber con qué intereses, daba a través del CSD la cautelarísima a Dani Olmo y Pau Víctor para volver a ser inscritos y, por lo tanto, jugar con los azulgranas, algo que no podían hacer desde el pasado 1 de enero.
Lo primero que hizo, con gran torpeza, fue un corte de mangas al aire con una cámara de televisión apuntándole por detrás. Error. Pero, lo que vino a continuación, fue todavía más censurable. Cuando alguien del Barcelona pensó que era buena idea que Dani Olmo y Pau Víctor fueran a ver a su presidente tras conocerse la noticia, el máximo mandatario del Barcelona terminó de perder las formas definitivamente.
Testigos presenciales de todo lo ocurrido cuentan a OKDIARIO como Laporta dio un abrazo a Olmo con una efusividad desmesurada. «Le podría haber hecho daño», aseguran. Al mismo tiempo, el presidente comenzó a propinar insultos. «Hijos de puta», gritaba al aire sin un destinatario claro, aunque es su cabeza eran muchos los que debían recibir este improperio. Luego, una vez terminó de dar abrazos, empezó con las patadas a los sillones y los puñetazos. Todo lo que se encontraba a su paso corría el riesgo de ser golpeado. Y para finalizar, cuando se fue cruzando con presidentes de las Federaciones Territoriales empezó a lanzarles más insultos, como «sinvergüenzas», para perplejidad de todos los presentes. Bueno, de casi todos.
Y es que, mientras que muchos no entendían nada, otros alucinaban y alguno, como los jugadores, querían que la tierra les tragara en ese momento, los más cercanos a Laporta, en vez de tratar de controlarle, le jaleaban y animaban en medio de su locura transitoria. Un auténtico despropósito que explica a la perfección el momento institucional que vive este FC Barcelona.
Laporta fue seco hasta rozar la mala educación con Louzán
Laporta también fue especialmente áspero con Rafael Louzán, presidente de la Real Federación Española de Fútbol. El mandatario azulgrana fue seco hasta el punto de rozar en algún momento la mala educación cuando el gallego trató de calmar los ánimos, aunque hay que decir que no le pillo presente el momento más álgido del presidente del Barcelona.
Todo esto, no obstante, quedará sólo para el recuerdo, ya que no habrá sanción al presidente del Barcelona por sus actos. No hay imágenes de lo ocurrido, fue antes del encuentro y, como explica la RFEF, la mala educación se puede censurar, pero no sancionar.