Para que digan que no marca de falta: Cristiano lleva 12 en Champions League

Los detractores de Cristiano Ronaldo se empeñan en argumentar que el portugués no es buen lanzador de faltas, pero el luso no se cansa de cerrarles la boca con goles y datos. Contra el Sporting de Lisboa, su ex equipo, Cristiano sumó su gol número doce de falta directa en la máxima competición continental y se convierte así en el mayor goleador de faltas directas de la Champions desde la temporada 2003/2004.

El crack portugués se estrenó en esta modalidad en el Real Madrid ante el Zúrich, en su primera temporada de blanco y en el debut del equipo -entonces dirigido por Pellegrini- en la Champions League 2009/2010. Cristiano ya comenzó a demostrar lo temible que es para los porteros cuando se dispone a golpear un libre franco directo. Ante el conjunto suizo, la carta de presentación del luso fue un doblete en forma de faltas directas.

Para el recuerdo quedará, en la misma edición, una lejanísima que anotó ante el Olympique de Marsella en Francia, donde el balón tomó una parábola perfecta y acabó entrando por la escuadra derecha del portero galo. Quizás fuera su gol de falta más lejano desde que llegó al Madrid, ya que golpeó el esférico desde una distancia aproximada de 40 metros.

Tan solo un año después, el luso volvió a repetir suerte ante el Milan en el Bernabéu. Fue una falta frontal muy cercana al área italiana. Cristiano tomó carrera y aprovechó que la barrera se abrió para introducir el balón en la portería ‘rossonera’. Fue el primero de los dos goles que el Madrid, ya con Mourinho en el banquillo, anotó aquella noche al Milán.

Varias han sido las víctimas del golpeo de falta de Cristiano: APOEL, Malmö… hasta llegar a su gol más importante vestido de blanco en esta especialidad: ocurrió la temporada pasada, ante el Wolfsburgo en el estadio Santiago Bernabéu. Cristiano anotó los tres tantos que remontaban la eliminatoria y el último de ellos de falta directa para emoción de todos los madridistas.

Cristiano, en aquella ocasión, buscó más la colocación que la potencia en su disparo y el balón se coló por la barrera alemana para acabar dentro de las mallas y dar al Madrid el pase a la semifinales de la Copa de Europa.