ATLÉTICO DE MADRID

Correa se opera para corregir una cicatriz en el corazón

El jugador argentino dio a conocer su estado de salud a través de una carta en las redes sociales

"Si Dios quiere en una semana volveré a estar para jugar"

El delantero recordó la cirugía cardíaca a la que fue sometido cuando tenía 18 años

"Cuando me operaron un enfermero me dijo al oído que debía sentirme orgulloso de mis cicatrices"

La emotiva carta de Correa ante de pasar por el quirófano

Ángel Correa
Ángel Correa con el Atlético de Madrid. (AFP)
Tomeu Maura

Ángel Correa ha explicado a la afición del Atlético de Madrid, a través de un comunicado emitido en las redes sociales, que el motivo por el que ha abandonado la concentración de la selección argentina es para someterse a la corrección de una cicatriz que le quedó cuando fue intervenido quirúrgicamente de un problema cardíaco en 2014, cuando sólo tenía 18 años. «Si Dios quiere en una semana estaré para volver a jugar», aseguró. En principio se trata de una operación ambulatoria menor.

 

El texto íntegro de la carta de Correa es el siguiente:

«Gracias de corazón…

«Me dieron ganas de escribir esta carta para contarles cómo estoy de salud y para agradecerles su preocupación. Me hace muy bien como persona que muchos me llamen y me pregunten cómo me siento, ya que recibo de ustedes fuerzas permanentemente y sin esas energías no podría crecer día a día en lo que amo que es simplemente jugar al fútbol.

Quiero que sepan que este lunes me van a corregir una cicatriz que me quedó de una vieja intervención que tuve hace años en Estados Unidos. Por si no se acuerdan, se los repaso: en el 2014 pasé por una situación difícil cuando me sometieron a una microcirugía cardíaca. Yo apenas tenía 18 años y salí adelante con fe y con amor a la vida, porque de eso se trata, de nunca darse por vencido ni aun en las más feas, nunca bajar los brazos. ¡Seguir metiendo y pensando en positivo!

Y les voy a contar algo, un enfermero que me cuidaba en ese hospital, sin conocerme y sin saber quién era, se me acercó a la cama y me dijo al oído que debía estar orgulloso de mis cicatrices porque me iban a servir de mapa para no perderme en la vida, y que cada cicatriz enseña algo, tanto las de la piel como las del corazón y de los sentimientos.

Por todo esto, les quiero contar que si Dios quiere, en una semana estaré para jugar de nuevo y para seguir dando lo mejor de mi persona en cada lugar donde me toque estar.

Creo que la vida es esto, nos enseña a cada momento que nada está asegurado, que cada minuto vale ser vivido, respirado, sonreír en las malas y llorar (de alegría) en las buenas. Pero por sobre todo ser agradecido con quienes te ayudan.

Gracias a toda la Familia del Atlético de Madrid, a mis compañeros dirigentes, empleados y a lo más grande que tenemos que es nuestra Afición por acompañarme desde el primer día.

Gracias a mis compañeros de la selección Argentina a los dirigentes y cada integrante de este gran grupo, utileros, empleados, cuerpo técnico por su apoyo.

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