Rashford asalta Balaídos y obliga al Celta a un milagro en Old Trafford (0-1)
Día para la historia. Daba igual lo que pasase en el césped, no importaba el resultado, el 4 de mayo de 2017 ya forma parte de la leyenda del Celta. Sólo podría quedar en un segundo lugar si el 24 de este mismo mes en Estocolmo el conjunto gallego saltaba al césped del Friends Arena para disputar la final de la Europa League. Y para conseguirlo, los hombres de Eduardo Berizzo tenía que eliminar al Manchester United, el gran favorito de la competición.
Durante todo el día Vigo se vistió de gala. La ciudad del alcalde más peculiar de España vivió la previa de un encuentro histórico a tope. Las horas iban pasando y los sueños se trasladaron de la calle a un estadio Municipal de Balaídos que presentaba una de las mejores entradas de su historia. La ocasión lo merecía. Y en estas, el balón echó a rodar. Celta y United comenzaban un partido que iba a durar 180 minutos y se iba a decidir en Old Trafford.
Mourinho, fiel a su idea, dejó a De Gea en el banquillo y Romero ocupó el arco. El resto, más o menos, lo esperado. Berizzo sí apostó por todo lo que tenía. Los ingleses salieron mejor. Con el aplomo que da el saber de que va una semifinales europeas. El Celta mostraba un nerviosismo inicial que se empezó a disipar con un cabezazo de Wass que se marchó por poco. Los celestes golpeaban primero, aunque no lo iban a hacer más el primer acto.
Es cierto que la ocasión del danés les dio aplomo, aunque el que llevó el peso del partido en toda la primera mitad fue un United que hizo valer su físico. Sergio Álvarez se tuvo que remangar para salvar al Celta en tres ocasiones. Rashford, Mkhitaryan y Lingard podían dar buena cuenta de ello. El Gato de Catoira, con tres milagros, permitía que ambas escuadras se retirasen el vestuarios empatadas.
Rashford golpea el sueño
Comenzaba el segundo acto con aires renovados. El Celta daba un paso hacia adelante, o por lo menos eso parecía. Aspas iba a gozar de la primera oportunidad de los segundos 45 minutos con un cabezazo a centro de Wass, aunque el balón se marchaba desviado. Continuaba el Celta creando peligro con un disparo de Sisto que se envenenaba y Romero despejaba a córner en una gran intervención.
Estaban mejor los gallegos y se notaba. Tocaban, se atrevían y Balaídos disfrutaba. El sueño seguía muy vivo. Pero en estas, el United fue el que golpeo. Falta en la frontal que Rashford no iba a desaprovechar. El joven atacante estaba muy listo metiendo el esférico por el palo que defendía Sergio. Único fallo del meta español que costaba demasiado caro.
El gol dejó tocado a un Celta que no se terminó de decidir a ir en busca del gol del empate, conscientes de que un segundo gol del United era casi el final. No fue hasta los minutos finales cuando los vigueses buscaron de verdad el empate, aunque sin suerte.
El Celta ahora tendrá que soñar mucho más fuerte en el teatro del fútbol mundial. Con la remontada ante el Shakhtar Donetsk en Ucrania como ejemplo, el Celta viajará a Mánchester con toda la ilusión del mundo. Están heridos, pero no muertos y lo quieren demostrar. Hay eliminatoria.