Carroll y Causeur mantienen invicto al Madrid en Euroliga
El Real Madrid tiró de Jaycee Carroll para mantener su pleno de victorias en la Euroliga y salvar un mal día en el Palacio de los Deportes, donde derrotó (79-74) al Khimki en una séptima jornada muy espesa, hasta que irrumpió el americano para decantarla con 15 puntos en el último cuarto.
Los de Pablo Laso sacaron adelante un día gris, que no apuntaba a sufrido con el 34-21 a los 15 minutos, para poner el 7-0 en lo alto de la tabla. Sin Shved, el equipo de un Georgios Bartzokas bajo lupa ahora con el 1-6 en Europa vivió de la inspiración a ratos en el triple, que aún así se quedó en un feo 10 de 35 sin su estrella, y los errores de rival. Así se llegó en un pañuelo al final, donde Carroll hizo la luz.
El de Wyoming, que no había anotado hasta ese último parcial, marcó la diferencia para un Madrid que no pudo respirar con la victoria hasta la bocina. Los de Laso mantienen la marcha triunfal con otro pequeño toque de atención en el margen de mejora, pero dejando un poco más atrás la derrota ante el MoraBanc Andorra en el regreso al Palacio tras dos victorias a domicilio.
Al vigente campeón le faltó la contundencia de otros días en la primera parte y lo vio hecho en un par de zarpazos ante los problemas del rival por mantener la lucha. Y es que los recursos del Madrid mandaron sobre un Khimki que en el primer cuarto solo contó con los puntos de Bost y Gill. Entre los dos maquillaron un 19-12 de claro color blanco, gracias a las acciones de Llull y Causeur, y la intimidación de Tavares.
La segunda unidad de Laso parecía dar una estocada mortal a Bartzokas (34-21), bajo la batuta de Campazzo. Los rusos perseguían sombras en una clara diferencia de calidad sobre el parqué, pero el Madrid se relajó por momentos, bajando la intensidad, el acierto y subiendo las pérdidas (34-29). Un largo parón revisando el marcador, ataques fallidos y una sucesión de faltas técnicas dejaron un regusto espeso al descanso.
El espectáculo no era de los que enamora y en la reanudación siguió el partido por esa línea. Mucho tiro fallado, falta de ideas y un mal día generalizado que trató de animar el Palacio y Laso en la rotación. Randolph estiró la ventaja pero la estrategia única de ‘balones’ a Mickey le valió al Khimki para creer en la victoria (56-55). El ’23’ de los visitantes se tiró todo, seis triples de los que metió tres.
Deck fue esa solución de Laso, con canastas clave y la lucha defensiva que exigía la tarde a pesar de sufrir en el rebote. El técnico blanco logró enchufar a Carroll. Mientras el Khimki estrellaba con el aro su intento de repetir la victoria del año pasado, el artillero americano estrenaba su casillero con 15 puntos para solucionar la papeleta, como hiciera en gran medida en Tel Aviv la pasada semana.