El español se enfrentó al equipo

Carlos Sainz plantó cara a Ferrari para ganar en Silverstone: «Dejad de inventar»

Carlos Sainz Ferrari
Calos Sainz, en el GP de Gran BRetaña. (Getty)

Carlos Sainz vivió su gran tarde este domingo en Silverstone. El piloto español logró imponerse en el Gran Premio de Gran Bretaña y alzarse al primer escalón del podio y hacer sonar el himno de España. Nueve años después otro español lograba imponerse en un Gran Premio, éste tras imponer su lógica, en un gesto de personalidad y frialdad en uno de los momentos más determinantes de la carrera de este fin de semana. El español contradijo las órdenes de sus ingenieros para ganar en Silverstone.

Sainz no fue el piloto más rápido en el Gran Premio de Gran Bretaña pero la minuciosidad de los detalles y la toma de decisiones que tuvo fueron determinantes para decantar la balanza de su lado. La carrera tuvo de todo, momentos locos que obligaron a la máxima precisión en cada curva, en cada giro de volante. El español supo aprovechar todo lo que estuvo en su mano para lograr vencer ante el ritmo de Checo Pérez o Lewis Hamilton, entre otros.

La cabeza fría de Carlos Sainz le permitió tomar la decisión más sensata en un momento de máxima tensión. Max Verstappen había adelantado al español cuando tuvo problemas mecánicos en su monoplaza que le obligaron a perder posiciones cayendo hasta la séptima posición cuando era líder. En ese momento, por detrás de Sainz.

Pero la miga estuvo entre Charles Leclerc y Lewis Hamilton. El monegasco golpeaba al británico en la primera vuelta de la segunda salida y dañaba la parte derecha de su alerón con esta maniobra. Fue entonces cuando apareció el coche de seguridad. El piloto de Ferrari, pese al golpe, siguió en pista con sus neumáticos duros y usados pese a que el resto de pilotos entraba en ese momento para colocar los neumáticos blandos.

En ese momento quedaban aún 11 vueltas en las que Leclerc estaba al frente de la carrera con el coche de seguridad delante. Por detrás estaban Sainz, Hamilton y Checo Pérez cuando desde Ferrari abrían la radio del español para darle una orden, una estrategia completamente loca, en favor del monegasco. Los ingenieros le decían a Sainz que intentara darle espacio a su compañero, una distancia de al menos «10 coches» para darle una oportunidad ante la tesitura en la que estaban.

Fue ahí donde la frialdad y gran capacidad para tomar decisiones bajo presión de Carlos Sainz fue determinante, que les respondió: «Por favor, chicos, estoy bajo presión de Hamilton. No me pidáis estas cosas. Por favor, por favor, dejad de inventar, dejad de inventar. Estoy bajo presión». Desde boxes le respondieron a esto con un breve y seco «ok».

Fue poco después cuando se relanzó la carrera y el final ya lo conocen todos. Carlos Sainz, con mucho mejor ritmo que su compañero, adelantó a Leclerc para colocarse en primera posición, no sin la gran defensa del monegasco. También se resistió a los monoplazas de Checo Pérez y Lewis Hamilton pero finalmente acabaron superándole. El español supo aguantar el ritmo, resistió y dio una lección tanto al resto de pilotos como a su propio equipo de lo que es capaz de hacer. En Silverstone Sainz sale tremendamente reforzado para lo que queda de campeonato.

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