Cardenal financió el proyecto de un ex cliente de Eufemiano Fuentes
Cuando se le mete una cosa entre ceja y ceja a Miguel Cardenal ni la justicia ni la opinión pública se pueden interponer. El presidente del CSD aceptó, porque no le quedaba más remedio, la dimisión de Pipe Gómez en enero de 2013 al frente de la Fundación Deporte Joven, un organismo que depende del Consejo Superior de Deportes, tras afirmar Eufemiano Fuentes que fue su cliente. Esa renuncia, sin embargo, no impidió a Cardenal financiar el proyecto Sports and Trops pocos meses después y en estrecha complicidad con el ex presidente de la Asociación de Deportistas, Cayetano Martínez de Irujo, quien proporcionaría a los deportistas y soporte organizativo. No hubo concurso público por los 150.000 euros que repartió la Fundación Deporte Joven. Cardenal volvió a hacer su ya clásico dedazo como con el Tribunal de Administrativo del Deporte (TAD).
El 8 de noviembre de 2013, Pipe y Cayetano firmaron un contrato para la explotación de Sports and Trops. El acuerdo al que llegaron ambos establecía que el 50% iría a parar al ex ciclista y que éste podría designar proveedores, patrocinadores y que se guardaba los derechos de comercialización. Por otra parte, la AD se comprometía a trabajar en exclusividad para Sports and Trops sin participar en otros proyectos que pudiesen suponer competencia. Dicho de otra forma, los únicos deportistas que irían ese año a colegios los elegía Pipe –fueron 23 en total–. Ni los abogados de la AD, ni los miembros de la Junta Directiva pudieron supervisar un contrato claramente favorable para los intereses del ex cliente de Eufemiano, ya que Cayetano no contó con ellos.
Cardenal, en completa sintonía con Pipe, puso en marcha toda su maquinaria para ayudar a que el proyecto fuera un éxito acercando un gran número de patrocinadores y apoyos institucionales. Casi una decena de marcas y cinco Ayuntamientos aportaron a una hucha de 600.000 euros a repartir entre Pipe y la AD, aunque habría que descontar gastos. El programa, destinado a niños de entre ocho y doce años, llevaría a deportistas retirados a las escuelas donde en horario lectivo de Educación Física se les impartían conocimientos y se harían torneos de diversos deportes. Los mejores jugarían la Gran Final en el Centro de Alto Rendimiento del CSD.
Pipe, teniendo firmado un contrato tan favorable, aprovechó la coyuntura para dar una considerable mordida. El ex corredor del equipo Kelme entre 1996 y 2003 contrató a Acento Comunicación para la producción audiovisual de las diversas actividades de Sports and Trops. El primer año, el realizador Gustavo Bernal facturó 97.000 euros por trabajos tasados por la propia AD en 20.000 euros. De hecho, algunos monitores de las actividades se quejaron de tener que grabar a los ex deportistas las entrevistas.
El interés en que Acento Comunicación estuviese dentro de Sports and Trops respondía a la figura del CEO de la compañía, Gustavo Gómez, el hermano de Pipe. De los casi 300.000 euros de beneficio que Sports and Trops sacó de su primer año, 208.000 fueron a parar a manos de Pipe o de su familia, mientras que 80.000 acabaron en las arcas de la Asociación de Deportistas. Cardenal indemnizó de esta manera la fidelidad de su ex presidente en la Fundación Deporte Joven. En su momento, el presidente del CSD afirmó que Pipe «venía colaborando desinteresadamente con la Fundación Deporte Joven, porque el cargo no es remunerado». Años después descubrimos que para nada se actuó de forma altruista.