Benzema, contra la maldición del gato
No está siendo una temporada fácil para Karim Benzema. El caso Valbuena todavía colea, y en lo deportivo el delantero francés ha sufrido varias lesiones en momentos muy desafortunados que le han privado de encontrar su mejor forma esta campaña. Sin embargo, el galo está cogiendo el tono poco a poco y en la semifinal del Mundial de Clubes ante el América fue clave abriendo la lata con un muy buen gol. Este domingo, Benzema tiene otro reto por delante: marcar en una final con el Real Madrid.
El delantero francés ha jugado un total de siete finales con la elástica blanca, pero todavía no ha sido capaz de ver puerta en ninguna de ellas, por lo que tratará de romper esa estadística frente al Kashima Antlers. Es la oportunidad perfecta para que Benzema se saque la espinita y demuestre que también es decisivo en grandes citas como es la final del Mundial de Clubes.
Y es que las finales no se le dan nada bien al galo. En 2011, Benzema no participó en la final de la Copa del Rey contra el Barcelona, un choque que acabó ganando el Real Madrid de Mourinho, que lograba su primer título como entrenador merengue. Dos temporadas después, el conjunto blanco disputó la final del torneo del KO de nuevo, pero en esa ocasión se la llevó el Atlético de Madrid por 2-1, un partido en el que Benzema jugó pero tampoco marcó.
El francés quiere sacarse la espinita
Luego, en 2014, en la primera final con Ancelotti a los mandos (también de la Copa del Rey), el ariete francés tampoco vio puerta, aunque el equipo acabó levantando el trofeo gracias al memorable gol de Bale tras una cabalgada espectacular en la que dejó en ridículo a Bartra. Un mes y unos días después, el Real Madrid disputó la final de la Champions League en Lisboa ante el Atlético y el galo también se quedó sin marcar. Tampoco lo hizo en la Supercopa de Europa meses después ni en el Mundial de Clubes de ese año, dos títulos con los que también se alzó el equipo merengue.
El curso pasado, el Real Madrid volvió a plantarse en la gran final de la Champions League ante el Atlético y Benzema fue titular, pero tampoco fue capaz de ver puerta en San Siro y la maldición de las finales se agrandó. El único precedente satisfactorio está en la vuelta de la Supercopa de España 2011 (a doble partido), en la que el galo marcó el último gol de la final al Barcelona, un tanto que no tuvo ningún valor en el resultado final. Sin embargo, este domingo el punta francés tendrá una oportunidad de escribir su nombre en la historia de finales del Real Madrid si es capaz de marcar ante el Kashima Antlers.