El Barcelona, con el fantasma del Málaga en el horizonte
Los paralelismos entre el Barça y el Málaga con el límite salarial que preocupan a los culés. El club blanquiazul fue sancionado por LaLiga hace dos temporadas por sobrepasar el límite y no adaptarse a él
Los boquerones acabaron llevando a cabo un ERE para reestructurar la plantilla. Javier Tebas ya dejó claro que no había excepciones para poder inscribir a Leo Messi: "Las normas son las que son"
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El problema actual del Barcelona tiene ciertos paralelismos a lo que sufrió el Málaga hace unos años. Al club blanquiazul se le asocia en la última década a la presidencia del catarí Abdullah Al-Thani, que en estos momentos está apartado del club desde el Juzgado de Instrucción número 14 de Málaga por actividad delictiva en la gestión del club durante su mandato. Los boquerones están intervenidos y es un administrador judicial el que dirige cada movimiento en estos momentos.
Vayamos por partes, ¿en qué se parece la situación actual del Barça de lo que le sucedió al Málaga? El club blanquiazul descendió a Segunda División en 2018 tras una década en Primera. Su primer año en la Liga SmartBank, con una plantilla casi calcada a la que bajó que fue maquillada con varios jugadores de renombre con el objetivo de volver a ascender en un solo año, cerró esa puerta tras unos decepcionantes playoffs.
En su segunda temporada en Segunda, sin la suculenta ayuda del descenso, el límite salarial del Málaga cayó estrepitosamente. Dos tercios de su volumen salarial en su primer año desaparecieron en el segundo. El club, en una pésima dirección deportiva, fue incapaz de reducir los salarios de sus futbolistas al cierre del mercado veraniego de 2018.
¿Qué pasó entonces? Los salarios inscribibles y no inscribibles del Málaga estaban por encima de su nuevo límite salarial a horas del cierre del mercado. Había fichado semanas antes al japonés Okazaki y al ex madridista José Rodríguez, así como había recuperado tras cesión a dos canteranos Álex Mula e Iván Rodríguez. El club, con el límite salarial sobrepasado, no pudo inscribir a ninguno de estos futbolistas. En el caso del nipón rescindió su contrato a tiempo y firmó por el Huesca, pero el resto se pasó de septiembre a enero sin jugar un solo minuto al no poder ser inscritos.
Tebas sí sancionó al Málaga
El Málaga era sancionado por la Liga con la imposibilidad de inscribir a más de 18 jugadores profesionales en lugar de los 25 habituales por tener su masa salarial por encima del límite que les imponía la patronal. La única vía que le quedó al club, hasta alcanzar las 18 fichas profesionales, fue la inscripción de futbolista que accediera a firmar por el mínimo profesional de la categoría que era este caso de 77.500 anuales (en Primera es de 155.000 euros). Así inscribió sobre la bocina a tres jugadores: Lorenzo González, Benkhemassa y Armando Sadiku (a préstamo por el Levante que le pagaba la parte restante de su contrato). Meses más tarde era cuando el club era intervenido judicialmente y pasaba a ser gestionado económicamente por un administrador elegido por la jueza que lleva el caso.
La sanción de LaLiga, imposibilitándoles a inscribir a más de 18 jugadores profesionales, ha durado dos temporadas. Durante el pasado verano, en el que sería su segundo año de sanción, el club bajo la dirección del mencionado administrador judicial llevó a cabo un ERE a nueve jugadores de la plantilla con el que solucionaría los excesos salariales que arrastraban de épocas pasadas. El Málaga llevó a cabo un Expediente de Regulación de Empleo con el que se libró de contratos altos para la categoría como los de Juanpi Añor, Renato Santos, Esteban Rolón, Emmanuel Cecchini, Luis Hernández, Diego González, Dani Pacheco y Boulahroud.
A día de hoy, tras dos años de sanción en cuanto a las fichas inscribibles, el Málaga ya no está penalizado por LaLiga y su masa salarial está por debajo del límite que impone la patronal. Sí sigue administrado judicialmente, aunque no son cuestiones que vayan de la mano.
Paralelismo con el Barça
Contextualizado el caso del Málaga, el Barça durante esta temporada sufre un mal similar al que sufrieron en su día los sureños y es un espejo al que mirarse para no evitar el mismo camino. Los culés, debido a la crisis originada por la pandemia y una gestión errática de la anterior directiva, se encuentran en números rojos con cuantiosas pérdidas que han ocasionado que su límite salarial caiga estrepitosamente con respecto al que tuvo la pasada temporada.
Este es el principal motivo que lleva a que el acuerdo alcanzado con Leo Messi no pueda llevarse a cabo. El Barça en estos momentos no puede inscribir al argentino ante LaLiga. La patronal de Javier Tebas ya ha dejado claro que no hará concesiones a ningún club, entre ellos el club culé, y que las leyes de control económico son iguales para todos los integrantes de la Liga Santander y Liga SmartBank. «Las normas son las que son. No se van a cambiar. No vamos a hacer reglas ad hoc por el tema de Messi», decía hace algunas semanas.
Así, el Barça sólo podrá inscribir a Messi y, ojo, al resto de nuevos jugadores que han llegado al club, por dos vías muy claras y definidas, ambas de difícil solución. En el momento que el club disminuye su masa salarial por debajo del límite, podrá inscribir a jugadores siempre y cuando no lo sobrepase. Para esto debe hacer una reestructuración severa de la deuda y de sus actuales contratos. La segunda, con la regla 1×4. Cada cuatro euros que ahorre el club en cuanto a ventas y masa salarial, puede invertir uno de ellos pese a tener sobrepasado el límite.