El Barça ya puede subastar su camiseta: Qatar pierde el derecho de tanteo

El Barcelona se ha deshecho de los grilletes de su contrato con Qatar Sports Investment después de unos últimos meses de desplantes y desacuerdos entre ambas entidades. Los culés, ahora sin el derecho de tanteo del Emirato, podrán negociar vender su camiseta al precio que les dé la gana, aunque el presidente Josep María Bartomeu asegura que no la regalarán.

El club se encuentra en una situación de extrema necesidad de liquidez, tal y como ha venido contando OKDIARIO. La frase de Bartomeu asegurando que no tendrán prisa y que esperan sacar 65 millones al año –algo que ni Qatar ha querido alcanzar– suena a farol para ver si pica alguien. «Los acuerdos tienen que ir al ritmo que queremos nosotros. No firmaremos cualquier cosa sin estar satisfechos de lo que firmamos, nos tomaremos el tiempo que haga falta. Estamos hablando con dos corporaciones importantes», dijo.

Según publicó este medio, una de las interesadas era Pepsi, pero ésta no parece dispuesta a pagar la cifra que exige Bartomeu, pese al interés existente con su imagen Leo Messi dentro de la disciplina culé. «Esta situación no es un fracaso. No firmaremos cualquier cosa. Buscamos un acuerdo económico alto y no hay tantas empresas que puedan firmarlo», añadió.

Bartomeu se arrastra con Qatar

Pese a que hoy expiraba el derecho de tanteo de Qatar, el presidente mantiene una mínima esperanza para que desde el Emirato se replanteen su postura. «No vamos a retirar la publicidad de hoy a mañana, aunque se haya terminado el contrato», asegura. Las relaciones están completamente rotas tras el fracaso del último amistoso que el equipo improvisó al final de temporada.

El directivo defendió la postura que tomó el club de pedir más dinero a los árabes tras el triunfo en las elecciones del club en el verano de 2015. «Antes de las elecciones dejamos al sponsor una propuesta que era buena. Al ganar, pensamos que podíamos conseguir una mejor», aclara Bartomeu. Sin embargo, al presidente le ha pasado factura ese cambio de postura, que se achaca a los títulos cosechados en la primera temporada de Luis Enrique al frente del equipo.