Economía en apuros

El Barça debe la friolera de 133 millones en amortizaciones de sus fichajes

Al Barça y a Laporta siguen sin salirle las cuentas, en esta ocasión, por culpa de los fichajes de Lewandowski, Raphinha o Ferrán Torres

Barça
La economía del Barça sigue lastrada por el verano del 2022. (EFE)

La economía del FC Barcelona continua en un estado francamente delicado, La ruina del club desde que Joan Laporta llegó a la presidencia ha disminuido de forma casi inapreciable y su despilfarro en el mercado de fichajes en el verano de 2022 aún está pasando factura debido a la imposibilidad de amortizar varias de las contrataciones que se produjeron durante esa ventana. A pesar del esfuerzo de la dirección deportiva culé por firmar a jugadores libres a coste cero, las deudas contraídas con los clubes de procedencia de diversos fichajes aún no han sido subsanadas.

El club blaugrana realiza cada año una memoria económica en la que analiza y actualiza el dinero que debe pagar a otros clubes por contrataciones pasadas y la sorpresa ha sido mayúscula al descubrir que la directiva de la entidad aún debe 133 millones de euros, en buena parte, por culpa del activo mercado de verano del año 2022 gracias a la activación de las tan famosas palancas que permitieron realizar fichajes inimaginables tan solo unas semanas antes.

Esa cifra corresponde a lo que aparece en el balance del año pasado en el que el FC Barcelona dividió sus deudas en dos: a corto plazo (las que tiene que abonar antes de los siguientes doce meses) y a largo plazo (las que puede pagar pasado el año). En este apartado se concentra la mayor cantidad de pagos aún sin realizar.

Raphinha, la mayor deuda del Barça

El fichaje de 2022 que más dinero debe aún es el de Raphinha. El extremo brasileño llegó a Can Barça procedente del Leeds United a cambio de 58 millones de euros más 7 en variables de los que aún quedan por pagar unos 38 millones al club inglés. El atacante carioca tiene contrato con el club blaugrana hasta el año 2027 por lo que Joan Laporta aún tiene un margen de tres temporadas para hacer frente a ese pago.

A Raphinha le sigue Ferrán Torres, también procedente de la Premier League, en este caso del Manchester City. El delantero valenciano llegó en el mercado de invierno de la temporada 21/22 a cambio de 65 millones de euros (55+10 en variables). Según la memoria económica del club, aún quedan por pagar 26 ‘kilos’ al City y casi un millón al Valencia, club en el que Ferrán debutó como profesional.

Más abajo en la lista aparecen dos de los nombres que más ilusión causaron a la parroquia culé con sus llegadas. Jules Koundé aterrizó en el Camp Nou a cambio de 50 millones de euros más cinco en variables de los que aún el Sevilla debe recibir unos 24. Lewandowski, por su parte, costó al FC Barcelona un total de 50 millones de euros, de los que aún debe 21 al Bayern de Múnich. Esta amortización es la que menos hace sufrir a las arcas del club.

El fichaje que aún colea y golpea la economía blaugrana es el de Frenkie de Jong, abordado en el verano de 2019 con la firme intención de rejuvenecer la plantilla y de convertir al jugador en el eje del centro del campo durante la siguiente década. 86 millones de euros en total se gastó el FC Barcelona (75+11 en variables) de los que aún quedan 16 millones por pagar al Ajax de Amsterdam. Esta amortización, que parece no finalizar nunca, es la que provoca que el holandés esté, verano tras verano, en la rampa de salida.

La nefasta gestión económica del FC Barcelona se refleja en que aún se debe dinero por jugadores como Emerson Royal, Junio Firpo o Pablo Torre. Cantidades casi irrisorias comparadas con las que acabamos de analizar pero que da un muestra del nivel de despilfarro con el que han convivido las últimas directivas del club culé.

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