Emboscada a Isco
«Hay que secar a Isco como sea». Ese es el mensaje que se transmite en los vestuarios rivales del Real Madrid semana tras semana, pero que toma un cariz más representativo cuando el Atlético en general y su entrenador, Diego Pablo Simeone, se ponen enfrente.
Un derbi no es un partido más ni sólo tres puntos como rezan dos de los tópicos futbolísticos más conocidos, y El Cholo siempre lo ha demostrado. Ya desde su etapa de jugador sabía que los cerebros que acostumbran tener en su eterno enemigo se combaten con músculo y un punto de agresividad, todo sea dicho.
Ahora el mayor representante de esta escuela de la imaginación merengue tiene nombre y apellido, Francisco Alarcón. Como en los mejores trucos de magia, el técnico rojiblanco planea una jaula al malagueño con Thomas y Saúl por delante del armazón de acero formado por Koke y Gabi unos metros por detrás. Además, dos de los centrales más duros de la competición como son Savic y Godín les respaldarán en última instancia, acompañados de sus dos laterales menos ofensivos (Juanfran y Lucas Hernández).
«Si frenamos a Isco, frenamos al Madrid», la particularidad del contenido es lo que intentan sus contrincantes pero pocas veces lo consiguen. Bien lo sabe el propio Simeone, quien fuese testigo directo de los primeros indicios del paso al frente que ha dado el madridista con su exhibición en el cierre doméstico del citado derbi en el Vicente Calderón.
Aguirre ya lo hizo con Guti
Hace poco más de una década, el entonces entrenador del Atlético Javier Aguirre descubrió la fórmula a su predecesor Simeone. En un derbi en el Santiago Bernabéu de octubre de 2006, la emboscada al también cerebro del Real Madrid, Guti, se hizo evidente sufriendo 10 de las 29 faltas que cometió todo el equipo rojiblanco para lograr un empate final (1-1). Ahora le toca a Isco.