El Atlético echa de menos a Koke
La baja de Koke es una de las claves de la crisis de este Atlético. El centrocampista rojiblanco es una pieza fundamental en el esquema de Diego Pablo Simeone. Hasta su lesión había jugado todos los partidos completos, tan sólo descansó en el segundo partido de la selección. Llegó en perfectas condiciones para el decisivo choque ante el Barcelona en el Wanda Metropolitano. Pero ahí se quedó.
En el entrenamiento oficial en el Olímpico de Bakú se retiró antes de tiempo e hizo saltar todas las alarmas. Al día siguiente el club dio a conocer que sufría «un pequeño edema en el tercio distal del músculo semimembranoso». Descartada la rotura, el proceso de recuperación estimado era de tres semanas por lo que podía llegar para la vuelta frente al cuadro azerí. Se probó en la última sesión antes del choque pero se tuvo que retirar nada más empezar, cuando sus compañeros saltaron al césped.
Desde que se lesionó la crisis del Atlético ha ido a más. Su presencia en el centro del campo es vital para el juego de los rojiblancos, tanto en defensa como en ataque. Se la jugaban en Azerbaiyán sin Koke y no fueron capaces de pasar del empate a cero. En su ausencia tan sólo han sumado una victoria en cinco partidos y con un poco de fortuna. Fue en Balaídos. Gameiro aprovechó la que tuvo y el Atleti se llevó los tres puntos de un feudo complicado, pese a que el juego no fue muy brillante y tampoco generaron mucho peligro.
En los siguientes encuentros la cosa no mejoró. Frente al Elche empataron a uno, idéntico resultado que contra el Villarreal. En ambos se pusieron por delante y les igualaron después. La diferencia es que frente al submarino amarillo las sensaciones fueron mejores en lo que a juego se refiere, pero el problema sigue siendo la falta de gol. Hasta su lesión, Koke, llevaba dos goles y dos asistencias.
No es habitual que se pierda tantos partidos de manera seguida, de hecho, no ocurría desde hace seis años, es decir, desde que llegó Simeone al banquillo del Atleti. Mucho ha llovido desde entonces, ahora el vallecano es «uno de los mejores» para el técnico argentino. Sin él en la medular, el rendimiento del equipo baja sensiblemente. Así lo demuestran los resultados. Necesitan que vuelva el canterano para acabar con esta crisis de resultados.