El Atlético echa una mano al Barça
El Betis se impuso por 1-0 al Atlético de Madrid gracias a un gol de penalti de Sergio Canales
El Atlético de Madrid dejó escapar una oportunidad de oro para recortar puntos al Barcelona después de caer por 1-0 frente al Betis en el Benito Villamarín. Un partido marcado por la polémica después de que el VAR no señalase un penalti de Feddal a Morata, justo antes de que Canales hiciera el solitario tanto del choque desde el punto de cal tras una mano de Filipe Luis.
Llegó el día M. El de Morata y el de Jey M, el nombre reguetonero de Jesé Rodríguez. El primero era titular, mientras que al canario le tocaba esperar en el banquillo. El nuevo delantero del Atlético de Madrid formaría pareja de ataque con Griezmann para tratar de recortarle puntos al Barcelona. Además de estos dos jugadores, el Cholo Simeone apostaba por SuperJan en portería; Juanfran, Arias, Giménez y Lucas en defensa y Thomas, Rodri, Lemar y Correa en la medular.
Dos estilos totalmente opuestos se medían en el Benito Villamarín. El toque lo iban a poner los de Quique Setién, mientras que la fortaleza defensiva y la rudeza corría por parte del Atlético. Pero al fin y al cabo, esto es fútbol y cuando balón rueda las formas en las que se busca el gol son totalmente válidas. El primero que lo rozó fue el Betis gracias a un testarazo de Feddal, pero obtuvo una mejor respuesta en forma de palomita de Jan Oblak. Se le van acabando a la RAE los calificativos para explicar las pletóricas intervenciones del guardameta esloveno.
Posteriormente lo intentaría Álvaro Morata. El nuevo futbolista del Atlético de Madrid inició un contragolpe con una galopada por la banda como el potro que enfila la última recta en busca de la meta en el Hipódromo de La Zarzuela. Combinó con Antoine Griezmann, que le devolvió el balón al madrileño y éste tuvo tiempo para colocarse y disparar, aunque su chut fue manso a las manos de Pau López.
Respeto mutuo
A partir de ahí, dos equipos que se respetaron sobre el tapete y que no se hacían daño. Las posesiones eran largas y predominaban las del Atlético, con Rodri y su estilo ponderoso como uno de los jugadores más destacados de las hordas rojiblancas. En un minuto Arias y Correa vieron cartulina amarilla y el partido pareció romperse, pero desde que el crono marcó el cuarenta y cinco, el colegiado mando a los veintidós protagonistas al vestuario.
A la vuelta del intermedio volvieron los mismos salvo Santiago Arias. Filipe Luis entraba en su lugar y Juanfran regresaba a su posición natural después de jugar el primer acto en la banda izquierda. Comenzó intenso el Atlético en la segunda parte en busca de tan ansiado gol, bien conocedores que una victoria les permitiría dormir a tres puntos del Barcelona.
El VAR, de siesta
Y hablando de dormir, a saber si ya se habrán despertado en el VAR. Un clamoroso penalti de Feddal a Morata terminó en córner. El zaguero derribó al ariete y tanto Medié Jiménez, como el sistema de videoarbitraje -con Hernández Hernández de responsable- ordenaron que se sacara de esquina. Todo OK, David. No tendría el mismo desenlace otra acción en el área opuesta. Un penalti igual de claro sí se señalaría a favor del Betis. Filipe tocó el balón con la mano y la bola al punto de cal. Canales lo ejecutó y, a pesar de que Oblak la rozó, el cántabro pudo festejar el gol.
Respondió el Atlético con un tiro de R1+círculo de Griezmann -sí, soy de FIFA, pero el palo repelió lo que hubiera sido un golazo más para el museo del de Macon. Restaban veinte minutos en el reloj y el Atlético se veía con el agua al cuello. Ni con Vitolo ni con Kalinic, ni con los que se quedaron como Morata o Griezmann, encontraban los de Simeone la forma de perforar la portería del Betis. Y lo intentaron, pero no había manera. Y de esta guisa se llegó al pitido final, con los rojiblancos perdiendo una oportunidad única para acercarse al Barcelona tras su pinchazo en el Camp Nou, quedando a seis puntos de los azulgrana.