El Atlético, con la cabeza en Londres

Atlético de Madrid y Betis empataron a nada en un partido en el que cada equipo dominó a partes iguales. Los del Cholo Simeone pueden pensar ya en lo que les interesa: el Arsenal y la Europa League. Misma competición en la que el Betis comienza a verse la próxima temporada.

Descansaron Godín, Koke y Griezmann. De esta forma se resume la alineación de un Atlético que tiene que jugar prácticamente con los mismos cada semana. Oblak estuvo bajo palos, mientras que Juanfran, Giménez, Savic y Lucas formaron en defensa. El centro del campo de cuatro para Gabi, Thomas, Saúl y Vitolo. Con las ausencias del Principito y de Diego Costa, el Cholo Simeone colocó a Fernando Torres y a Correa en ataque.

Ni veinticuatro horas habían transcurrido desde que se jugase la final de la Copa del Rey en el Metropolitano y ya estaba rodando de nuevo el balón sobre el verde del coliseo rojiblanco. Un campo que seguro era inhóspito para los futbolistas del Betis, que, sin duda, preferirían estar en las carpas de la Feria de Abril tomando unos rebujitos.

Con la mente puesta en Londres, los rojiblancos afrontaban un encuentro en el que lo más importante es que todos llegaran sanos y salvos a las semifinales de la Europa League. Aún así, la segunda plaza todavía no está amarrada y el Atlético fue en busca de una victoria desde el primer minuto ante los de Quique Setién, que lucha por asegurarse una posición en competición continental.

Fernando Torres era uno de los protagonistas. Desde que anunció su marcha cuando finalice la temporada el cariño de la afición rojiblanca se ha doblado. Cada vez que tocaba el cuero había expectación en el Metropolitano, que a punto estuvo de celebrar un golazo del Niño que salvó Mandi bajo palos. El de Fuenlabrada se anticipó a Marc Bartra y se la picó sutilmente a Dani Giménez – trasladándonos al Ernst Happel de Viena – aunque con el desenlace contado unas líneas arriba.

Un Gabi sublime…

Los de Setién sólo podían recurrir al contraataque. El Atlético dominaba, pero alguna contra verdiblanca metía el miedo en el cuerpo al cuadro colchonero. No estaba fino el ataque del Betis, que hizo sudar entre poco y nada a Jan Oblak durante la primera mitad. Sólo en el en el descuento, cuando el esloveno detuvo un disparo de Boudebouz con facilidad.

En la medular contrastaban los fallos de Thomas en los pases en corto y el  trabajo de un incombustible Gabi. El capitán estuvo excelso en sus labores. Perseguía el balón como un perro de presa. Presionaba donde sus compañeros no se atrevían. Subía y bajaba constantemente, como si tuviera 19 años, con la ilusión de un canterano que debuta ante su afición.

La diosa Fortuna no estaba del lado del Betis. Después de que Adán anunciase, por sorpresa, que pasaba por quirófano, llegaba la oportunidad de Dani Giménez, pero el vigués tuvo que retirarse lesionado antes del descanso dejando su puesto a Pedro, portero del filial del equipo de Heliópolis.

Al igual que Thomas, tampoco estaba fino Vitolo. El canario continúa con su pretemporada y adaptación a las exigencias del Cholo, y aunque lo intenta, no termina de arrancar y marcar la diferencia. Frente al Betis vivía un derbi particular. Pudo abrir la lata con un remate a bocajarro, pero escogió la peor opción al querer golpear el cuero con la derecha en vez de empujarla con la zurda.

Y un Oblak descomunal

El Real Betis despertó en la segunda parte, sacando ese fútbol de toque tan característico de Quique Setién que le ha permitido estar en la quinta posición de la Liga. El Atletico, por su parte, necesitaba un soplo de aire fresco arriba, que no tardaría en llegar. Media horita tendrían Koke y Griezmann para ayudar a los suyos a conseguir los tres puntos que estaban en juego.

También sustituyó Vrsaljko a Juanfran, a la vez que Joaquín entraba al terreno de juego y se llevaba una ovación ensordecedora del respetable que había acudido al Metropolitano. Pero le fútbol no paraba. Tello metió en serios problemas al Atlético. Primero fue Oblak el que blocó el disparo del extremo y después el palo repelió su chut desde la media luna del área.

El Betis apretaba y el Atleti sufría con veinte minutos por delante que se harían más largos que una cola para conseguir unas entradas para un concierto de Amaia y su tropa de OT.  Entre tanto sufrimiento, el ‘ohhh’ se escuchó hasta en el Vicente Calderón. Un zurdazo colocado de Saúl se estrelló contra el larguero, evitando que el pequeño de los Ñíguez añadiese un golazo más a su museo.

Volvía a aparecer Jan Oblak. Un disparo sin ángulo de Barragán encontró una mano providencial del guardameta esloveno, que no sabe que más hacer para que haya unanimidad en que es el mejor portero del mundo. Los minutos iban transcurriendo y el tiempo se agotaba para ambos equipos hasta que el colegiado señaló el final y Setién y Simeone tuvieron que repartirse los puntos, cada uno a su estilo.