Así incumplió el Manchester City el Fair Play: 700 millones en 30 fichajes y sólo 200 kilos de ingresos

Este viernes se conocía la sanción que la UEFA imponía al Manchester City por incumplir el Fair Play Financiero: dos años fuera de competiciones europeas y una multa de 30 millones de euros. Dicho castigo responde a cómo se desenvolvió en el mercado el club citizen entre 2012 y 2016 con un desembolso de 700 millones de euros en 30 fichajes y tan sólo 200 recuperados con la venta de algunos jugadores.

El Manchester City decidió campar a sus anchas en el mercado de fútbol y ahora le han llegado las consecuencias. La UEFA ha comunicado la multa impuesta al club inglés debido a su incumplimiento del Fair Play Financiero: dos años fuera de las competiciones europeas y una multa de 30 millones. El castigo responde a cómo se desenvolvieron los citizens en el mercado con un despilfarro de dinero: gastaron 700 millones de euros tras la incorporación de 30 jugadores y sólo ingresaron 200 con las ventas de algunos de sus jugadores.

El castigo de la UEFA responde a los movimientos del club entre 2012 y 2016. El club inglés paulatinamente fue haciendo mayor la diferencia entre lo que gastaban y lo que ingresaban con las llegadas y salidas de nuevos efectivos, para hacer del City un equipo ganador al que, pese a todo, se le ha seguido resistiendo la anhelada Champions League.

2012 fue el año más discreto. El City invirtió algo más de 60 millones en nuevos jugadores, siendo Javi García el más caro -unos 20 millones- y las ventas supusieron unos 40 millones de euros en ingresos, de los cuales casi la mitad provinieron de la salida de Mario Balotelli.  En la siguiente campaña, dos jugadores de nuestra Liga tomaron rumbo a Manchester: Negredo y Navas, por una cantidad de 45 millones entre ambos. También llegó Fernandinho, por 40 millones. Ahí ya se empezó a desequilibrar la balanza pues apenas ingresaron 11,3 millones por los traspasos de Tévez y Sinclair.

El City ‘rompe la banca’

En la campaña de 2014, el Manchester City alcanzó por primera vez los 100 millones en gastos por fichajes, siendo Mangala, procedente del Oporto, el más caro -45 millones-. Los ingleses les abrieron la puerta a tres jugadores y tan sólo sacaron 35 millones en ventas. Fue en 2015 cuando realmente el City rompió la banca, desembolsando más de 200 millones de euros en jugadores  como Kevin De Bruyne (76 millones), -el más caro de la historia del City)-, Raheem Sterling (63,7 millones) u Otamendi (44,5 millones). Aquel año, aligeraron la plantilla con 10 salidas que sólo reportaron unos 67 millones de euros.

Al año siguiente, el City siguió gastando una gran cantidad de dinero en fichajes y haciendo mayor la brecha con el dinero ingresado por ventas. En 2016 llegaron jugadores como Stones, Leroy Sané, Gabriel Jesús o Gundogan, coincidiendo también con la primera vez que Pep Guardiola se sentaba en el banquillo del Etihad Stadium. La diferencia fue abismal: más de 212 millones en compras y tan sólo 35 millones en ventas de cinco jugadores.

Ese fue el último año con respecto al periodo investigado por la UEFA, sin embargo, en 2017, la práctica del City siguió en la misma línea con un desembolso de 317 millones de euros en fichajes, el gasto más alto de su historia, con la llegada de jugadores como  Laporte , Mendy, Kyle Walker, Bernardo Silva y Ederson, entre otros.