Así burlan los equipos de Segunda División el control económico de Tebas
Varios equipos de Segunda División ven con recelo el control económico de la Liga y hasta desvelan triquiñuelas sobre cómo saltárselo.
El control económico que rige a la Liga no es ni mucho menos un sistema perfecto ni infalible. Desde que entrase en vigor en 2015, este método no ha estado exento de polémica al imponer un límite de gasto para los clubes en las diversas ventanas de fichajes. El balance de ingresos y gastos es lo que marca los fichajes, pero claro, hay pufos, muchos pufos.
Muchos equipos de Segunda División han empezado a recurrir a una fórmula que deja a las claras que existen lagunas en el sistema ideado por Javier Tebas y su equipo económico. Un equipo cualquiera consigue una carta de intenciones firmada por una empresa interesada en invertir en el club –entre 250.000 y 400.000 euros es el modelo estándar– y se la presenta a la Liga con el fin de que le amplíen su límite salarial.
Imaginemos que esa carta establece que dicha compañía invertirá X dinero en el club a partir del 1 de marzo y la Liga, en lugar de investigar un poco más el fondo de la cuestión, da el «Todo OK, José Luis» para que en este mismo mercado invernal pueda ampliar su límite salarial con los consiguientes beneficios competitivos sobre otros clubes que, viendo esta permisividad, también buscan conseguir la dichosa carta para ampliar su límite.
«En algunos casos se ponen más reticentes con unos clubes que con otros, digamos que hacen más preguntas. Depende un poco de si entras al trapo con lo que hace la Liga aceptando recibir a jugadores saudís cedidos, aceptando jugar bolos en la India o cualquier otra necesidad de Tebas. El sistema no es igual para todos, pero existe esta laguna y todos recurren a ella», afirma un alto cargo de un club Segunda División que ha visto en este mercado invernal peligrar su puesto de ascenso a Primera por la permisividad hacia otros equipos para reforzarse. «No se aplican los mismos estándares para unos que para otros, pero a ver quién es el valiente que lanza la primera piedra contra LaLiga. Hemos visto muchos clubes meterse en problemas por denunciar la arbitrariedad en el control económico y eso da un poco de miedo», asevera otro club, que ha visto frenado su meteórico ascenso desde el fútbol no profesional.
Hay muchísimas cosas en juego en el actual mercado de fichajes en Segunda División. De jugar en Primera y vivir como nuevos ricos a bajar a Segunda B y tener que deshacerte de todo. Que la Liga tenga que ver en el desarrollo de la competición a través del control económico no habla muy bien de la limpieza de la competición. «Es una situación que no es cómoda para un grupo de equipos que saben que están en el punto de mira y hacia los que no se oculta la inquina personal de alguien que hace una década era nuestro abogado. Es el mundo al revés», añaden.
¿Cómo se cubren los pufos?
Entre tanto pufo, muchos se preguntarán cómo se cubre la Liga para que sus vergüenzas no se descubran. Muy sencillo, tienen dos herramientas que valen para cubrir cualquier imprevisto: los ingresos televisivos de cada club cubren los contratos que no llegan a firmarse. Si un club ‘estafa’ 800.000 euros en contratos de posibles empresas que quieren invertir, pero que en el último momento se han echado atrás sorprendentemente, el dinero que cobran de la televisión –siempre superior en cantidad al de los pufos– se termina descontando de los ingresos que debe percibir el club afectado.
Eso luego lo firma la BDO, la auditora que era famosa por establecer firmar resultados a medida del presidente del CSD Miguel Cardenal –actual trabajador de Mediapro e íntimo de Tebas– contra diversas Federaciones Deportivas no afines, no sabiéndose nada de los tejemanejes que se han producido entre bambalinas. No en vano, el presidente de la Liga prometió en los primeros meses de vida del control económico que publicaría hasta ratings de puntuación económica de los clubes. ¿Alguien los ha visto tres años después?
El control económico de la Liga ha permitido que no haya un desmadre dentro de los clubes a la hora de gastar. Las denuncias por impagos se han reducido, es cierto, aunque casos como el del Reus ponen de manifiesto que el sistema no es ni mucho menos infalible, aunque esté sustentado por el músculo económico de las televisiones. La Liga mantiene una marcada línea intervencionista en la competición que hace que muchos clubes se pregunten si las cartas no están marcadas. «Quiero pensar que no, pero con el control económico se propician unos resultados y se impulsa a unos más que a otros. Este año hemos tenido que justificar hasta el gasto en bolígrafos. A otros le han dejado hacer lo que les da la gana», zanjan un equipo catalán.
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