Salud

Soy nutricionista y ésta es la verdad sobre si comer helado te ayuda a hacer la digestión

Helado
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Sin lugar a dudas, el helado es uno de los mayores placeres del verano, tanto para mayores como para pequeños. El origen de este alimento se remonta a la antigua China, y en los últimos años se han creado multitud de sabores que se adaptan a todo tipo de gustos y preferencias, como el chocolate Dubai o el matcha. Asimismo, también han surgido multitud de mitos en torno al helado, y uno de los más destacados es que favorece la digestión.

Sin embargo, Diana Benejama, dietista-nutricionista e integrante de la Comisión de Educación del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (CODiNuCoVa), señala que «no existe ninguna evidencia científica que demuestre que los helados ayudan a hacer la digestión». Es más, el helado incluso puede dificultar la digestión debido al alto contenido en grasas que hace que el aparato digestivo tenga que trabajar más para procesarlas.

El helado no ayuda a hacer la digestión

En la misma línea, la Federación Española de Nutrición (FEN) asegura que el helado no es digestivo. Pero, entonces, ¿de dónde surgió este mito? Todo apunta a que se debe a la sensación de frescor que provocan después de comer, la cual resulta muy agradable durante los calurosos días de verano.

«El helado es un alimento alto en calorías, por su gran contenido en grasa y azúcar (aproximadamente entre 10 y 25 gramos por 100 gramos de producto, respectivamente), lo que provoca en nuestro organismo una mayor dificultad para hacer la digestión, principalmente debido a las grasas, ya que hacen que el proceso digestivo sea más lento y complicado. Por lo tanto, en vez de favorecer la digestión va a provocar digestiones más pesadas», advierte la federación.

La mejor alternativa

La mayoría de los helados industriales son ricos en  azúcares añadidos, grasas poco saludables, aromas artificiales y conservantes que son perjudiciales para la salud y no mejoran la digestión. Por eso, cada vez más personas buscan alternativas caseras y naturales.

Hacer un helado casero con fruta natural es la mejor opción por muchas razones. A diferencia de los helados industriales, éste se puede preparar sólo con fruta fresca congelada y un poco de leche o yogur para darle cremosidad.

Al elaborarlo con fruta fresca, se conservan intactas las vitaminas, minerales y fibra de la fruta, de forma que el helado se convierte en un aporte real de nutrientes. Otro aspecto a tener en cuenta es que suele contener menos calorías y prácticamente ningún azúcar añadido.. La versatilidad también juega a su favor, ya que se puede adaptar la receta según la fruta de temporada o incluso experimentar con mezclas creativas. Finalmente, es una alternativa apta para toda la familia.

Helado de plátano y cacao

El helado de plátano y cacao es una de las recetas más sencillas, saludables y deliciosas que podemos preparar en casa.

  1. Pela varios plátanos maduros y córtalos en rodajas.
  2. Coloca las rodajas en un recipiente o bolsa hermética y llévalas al congelador durante al menos 3–4 horas (o hasta que estén completamente congeladas).
  3. Saca los plátanos del congelador y colócalos en una batidora o procesador de alimentos.
  4. Tritura los plátanos poco a poco hasta obtener una textura cremosa similar a la de un helado.
  5. Añade una cucharada de cacao puro en polvo.
  6. Incorpora un chorrito de leche o bebida vegetal para aligerar la mezcla y hacerla más suave.
  7. Vuelve a batir hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
  8. Sirve al momento para disfrutar de un helado cremoso o guárdalo en un recipiente en el congelador para más tarde.

Este helado de plátano y cacao es perfecto para disfrutar en verano como postre o merienda, aunque resulta tan nutritivo y fácil de preparar que se puede consumir en cualquier época del año.

Al preparar un helado casero de fruta, hay pequeños detalles a tener en cuenta:

  • Uno de los consejos más importantes es congelar la fruta madura. Cuanto más madura esté, más azúcares naturales contendrá, lo que se traduce en un sabor naturalmente dulce y agradable.
  • El segundo truco está en añadir cremosidad. A veces, sólo con fruta congelada el resultado puede quedar demasiado granizado. Para solucionarlo, basta con incorporar ingredientes que aporten una textura más suave, como el yogur griego, la leche de coco o incluso aguacate.
  • No podemos olvidarnos de los toppings saludables, que convierten el helado en un postre completo y divertido, como frutos secos picados, semillas de chía o lino, o pequeños trozos de fruta fresca.
  • Por último, es fundamental conservar correctamente el helado. Lo ideal es guardarlo en un recipiente hermético en el congelador para que mantenga tanto su sabor como su textura.

Optar por un helado de fruta casero frente a uno industrial no significa renunciar al sabor ni al placer de un buen postre frío. Al contrario: nos permite disfrutar de combinaciones frescas, naturales y nutritivas, sin aditivos ni azúcares añadidos.

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