Sin pomadas ni cirugía: el remedio casero que está ayudando a miles de personas a eliminar las almorranas

Las hemorroides, conocidas popularmente como almorranas, son una afección mucho más común de lo que se cree. Afectan tanto a jóvenes como a adultos, a personas con trabajos sedentarios como a quienes realizan esfuerzos físicos intensos, y pueden aparecer por múltiples motivos: estreñimiento, embarazo, sedentarismo, mala alimentación, problemas circulatorios o simplemente predisposición genética. Aunque son un problema frecuente, pocos saben que existe un remedio casero tan sencillo como efectivo para eliminar las almorranas: el baño de asiento con manzanilla.
«Las hemorroides, también conocidas como almorranas, se producen cuando las estructuras hemorroidales, cuya función es almohadillar el canal anal y ayudar a mantener la continencia, se congestionan, inflaman y desplazan hacia el exterior del canal anal. Es una enfermedad muy frecuente con una prevalencia aproximada del 5%. Se calcula que el 50% de la población sufrirá algún síntoma a lo largo de su vida. Las hemorroides son más frecuentes en torno a los 45-65 años y se manifiestan tanto en hombres como en mujeres, si bien es cierto que durante la gestación aumenta la prevalencia en las mujeres. A pesar de que el diagnóstico es sencillo, es importante conocer los síntomas para acudir cuanto antes al médico y comenzar a tratarlas lo antes posible», detalla Rioja Salud.
El remedio casero para eliminar las almorranas
Un baño de asiento consiste en sumergir la zona perianal en agua tibia y manzanilla entre 10 y 20 minutos. Su finalidad no es curar las hemorroides, sino reducir la irritación, la inflamación y el malestar, así como mejorar la higiene de la zona. Pero, ¿por qué la manzanilla? Se trata de una planta ampliamente utilizada en la medicina popular por sus propiedades calmantes. En el contexto de las almorranas, este remedio casero reduce la sensación de inflamación y calma el picor y la irritación. Toma nota de cuáles son los pasos a seguir para prepararlo:
- Pon a calentar entre dos y tres litros de agua.
- Cuando esté caliente pero sin llegar hervir, añade un puñado de flores de manzanilla o cuatro o cinco bolsitas.
- Deja reposar entre cinco y diez minutos para que libere sus compuestos.
- Cuela la infusión o retira las bolsitas y deja que se temple. El objetivo es que el agua quede tibia, nunca caliente, ya que el exceso de calor puede irritar aún más la piel sensible de la zona.
- Una vez lista la infusión, puedes realizar el baño en una bañera con poca agua, en un bidé o en un recipiente grande anatómico diseñado para colocar en el inodoro. Lo importante es que puedas sentarte cómodamente y que el agua cubra la zona afectada.
- El tiempo de inmersión recomendado es de 10 a 20 minutos, suficiente para que el calor suave ayude a relajar la zona y la manzanilla actúe como calmante.
- Una vez finalizado el baño, seca la zona con toques suaves, sin frotar. Puedes hacerlo con una toalla de algodón o utilizando papel suave.
- Puedes repetir el baño de asiento una o dos veces al día, como rutina de cuidado. Es importante no excederse, ya que podría resecar la piel y resultar contraproducente.
Aunque los baños de asiento son un remedio muy útil para aliviar molestias leves o moderadas de las almorranas, existen situaciones en las que es importante consultar al médico, como por ejemplo:
- Hemorroides muy dolorosas o que impiden sentarse con normalidad.
- Sangrado frecuente o abundante.
- Fiebre, enrojecimiento intenso o sospecha de infección.
- Bultos muy duros o persistentes.
Los remedios caseros son complementarios, no sustitutivos, de una evaluación médica cuando los síntomas son graves o se prolongan en el tiempo.
Consejos adicionales
Además de los baños de asiento, otras medidas adicionales pueden marcar una gran diferencia notable en el alivio y la prevención de las molestias asociadas a las hemorroides.
- Una ingesta adecuada de fibra es fundamental para mejorar el tránsito intestinal. Las frutas, verduras, legumbres y cereales integrales aportan la cantidad necesaria para ablandar las heces y facilitar su expulsión, evitando así el estreñimiento, uno de los factores que más contribuye al desarrollo de las hemorroides.
- La hidratación es tan importante como la fibra. El agua ayuda a que las heces sean suaves y fáciles de evacuar, reduciendo el esfuerzo durante la defecación. Cuando el cuerpo está deshidratado, las heces se endurecen y aumentan la presión en la zona anal.
- Pasar demasiadas horas sentado incrementa la presión sobre las venas del recto y el ano. Para evitarlo, es recomendable levantarse cada hora y caminar un par de minutos o realizar pequeños estiramientos.
- Forzar la evacuación es una de las causas más frecuentes de inflamación en la zona anal. Evitar empujar o hacer esfuerzos grandes disminuye la presión sobre las hemorroides y ayuda a que la recuperación sea más rápida.
- Una buena higiene es esencial para evitar la irritación o infecciones. Lavar la zona con agua tibia y jabones suaves, sin perfumes, es suficiente para mantenerla limpia.