Cerveza

Si ves esto en tu cerveza no te la bebas: el aviso más serio de los expertos

Cerveza
Sirviendo una cerveza.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La cerveza, una de las bebidas alcohólicas más antiguas del mundo, tiene una rica historia. Se cree que su origen se remonta entre 7.000 y 8.000 años, con evidencia de su producción en regiones de Irán, Egipto y Mesopotamia, y posiblemente desde el año 10.000 a.C. en forma de cereal fermentado similar al pan. En Babilonia, la cerveza era esencial, y el Código de Hammurabi incluso garantizaba una ración diaria para todos los ciudadanos. La cerveza moderna comenzó a elaborarse en el siglo XIII en Alemania con la introducción del lúpulo, que mejoró la conservación y el sabor de la ebida.

Esta innovación permitió que la producción de cerveza se expandiera fuera de los monasterios, provocando tensiones y disturbios debido a las nuevas tasas impuestas a los cerveceros laicos. En España, la cerveza llegó con Carlos I en el siglo XVI, aunque su producción industrial comenzó en el siglo XIX. La cervecería más antigua de Europa se encuentra en Begues, cerca de Barcelona, con restos que datan de hace 6.000 años. En Estados Unidos, la cerveza artesanal fue ilegal hasta 1979, aunque la tradición de la cerveza casera continuó de forma clandestina. Durante la Segunda Guerra Mundial, la cerveza Guinness jugó un papel crucial en la economía de Irlanda.

La señal de la cerveza a la que debes estar alerta

Recientemente, un hostelero se ha hecho viral en Instagram al ofrecer una explicación clara sobre la importancia de la higiene a la hora de servir una cerveza. En su video, el experto advierte: «Nunca tomes una cerveza con estas burbujas. ¿Por qué? Porque indican que la copa no está bien limpia.»

En el vídeo, explica que las burbujas en la cerveza pueden ser resultado de tres problemas: «Primero, la presencia de polvo; segundo, residuos de grasa; y tercero, restos de detergente debido a un mal enjuague.» El hostelero enfatiza que estas burbujas no sólo afectan al sabor de la bebida, sino que también pueden tener implicaciones para la salud. Posteriormente, compara la cerveza con burbujas con una bien servida, demostrando que la correcta higiene resulta en una cerveza sin burbujas indeseadas.

Al abrir una cerveza, ya sea en botella o lata, el primer aspecto a verificar es el sonido. Al abrirla, debería emitir el característico «pop» del gas. Además, al servirla, la cerveza debe formar una cantidad adecuada de espuma, lo cual indica que el gas se mantiene en buen estado. Otro factor crucial es el aroma. Aunque la cerveza puede desarrollar diferentes olores a medida que la consumes, ninguno debe ser desagradable. Un olor extraño puede señalar un inicio de descomposición.

Para determinar si una cerveza está en mal estado, considera varios factores clave. Un sabor rancio, metálico o ácido indica deterioro. El aroma también es crucial; olores como amoníaco, queso o naftalina son señales de que la cerveza no es apta para el consumo. La presencia y cantidad de burbujas es otro indicador importante; una falta de burbujas o una cantidad mínima puede sugerir que la bebida está deteriorada. Además, si la cerveza presenta un aspecto turbio o tiene sedimentos en el fondo, es mejor no beberla.

¿Se puede beber a diario?

Aunque la cerveza suele ser señalada como una de las causas de la conocida como «barriga cervecera», investigaciones recientes sugieren que, en moderación, puede tener beneficios para la salud. Sin embargo, el consumo excesivo de cerveza puede tener serias consecuencias para la salud. El abuso de alcohol está asociado con enfermedades hepáticas, como la cirrosis, y aumenta el riesgo de cáncer en órganos como la laringe, el esófago, la boca, la garganta, el colon y el hígado.

También puede contribuir a la hipertensión y problemas cardiovasculares. Además, debido a su alto contenido calórico, puede provocar aumento de peso y obesidad, dado que las calorías que aporta son vacías y no ofrecen energía. Estudios han indicado que el consumo de dos o más cervezas diarias puede elevar el riesgo de sobrepeso en un 34%.

En cuanto a los beneficios nutricionales, la cerveza aporta varios nutrientes esenciales como vitaminas, carbohidratos, proteínas y minerales. Su contenido en silicio y antioxidantes puede ayudar a fortalecer los huesos y, en moderación, puede desempeñar un papel en la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Cerveza V.S. vino

Con la llegada del buen tiempo, es común disfrutar de reuniones sociales acompañadas de vino o cerveza, aunque es importante recordar que el alcohol no ofrece beneficios para la salud y su consumo debe ser moderado. La cerveza es la bebida alcohólica más consumida en España, seguida del vino. La cerveza aporta menos calorías que el vino, pero la cantidad habitual consumida suele ser mayor. El vino, por su parte, puede ofrecer beneficios cardiovasculares gracias a sus polifenoles, aunque la cerveza también aporta proteínas y minerales.

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