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La ‘prueba de la silla’: es el extraño método que se está usando en las entrevistas de trabajo

Prueba de la silla
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

De cara a una entrevista de trabajo, nos preparamos para hablar sobre nuestras fortalezas, debilidades, logros y aspiraciones. Sin embargo, a veces las empresas no sólo se fijan en lo que decimos, sino en cómo reaccionamos ante situaciones imprevistas o incómodas. Una de las pruebas más curiosas que utilizan alguno reclutadores es la famosa «prueba de la silla». Este pequeño experimento psicológico no sólo evalúa cómo gestionamos los problemas, sino también cómo nos adaptamos cuando sucede algo inesperado. Lo interesante de este test es que, a menudo, ni siquiera nos damos cuenta de que estamos siendo evaluados.

Si bien las entrevistas suelen centrarse en nuestras habilidades y competencias, las empresas también están interesadas en ver cómo nos comportamos bajo presión o cuando las cosas no salen como esperábamos. Las entrevistas ya consisten sólo en responder preguntas, y la «prueba de la silla» es un ejemplo perfecto de cómo los reclutadores examinan rasgos importantes de los candidatos, como la iniciativa, la resolución de problemas y la capacidad para manejar el estrés.

La ‘prueba de la silla’ en una entrevista de trabajo

La «prueba de la silla» es un ejercicio simple pero efectivo que algunos reclutadores utilizan para evaluar las habilidades interpersonales y la capacidad de resolución de problemas de los candidatos.

La historia detrás de esta prueba proviene del Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de Reserva (ROTC) de Estados Unidos, donde los entrevistadores colocan a los candidatos en una silla frente a su escritorio, pero con una peculiaridad: la silla tiene una pata más corta que las otras, lo que provoca que se tambalee durante toda la entrevista.

El el objetivo es observar cómo reacciona el candidato ante una situación incómoda. Si se da cuenta del problema y no dice nada, esto podría interpretarse como una falta de iniciativa a la hora de enfrentarse a un inconveniente. Pero, si la persona se siente lo suficientemente cómoda para interrumpir la entrevista y pedir un cambio de silla, el reclutador lo vería como alguien que toma decisiones de manera proactiva y resuelve problemas sin pensarlo demasiado.

En el mundo laboral, no siempre se pueden prever los obstáculos o los problemas, y la forma de reaccionar ante ellos dice mucho de una persona. Las entrevistas tradicionales no muestran tipo de comportamientos, por lo que las empresas recurren a pequeños trucos como la «prueba de la silla» para obtener más información sobre los candidatos.

Beneficios

La razón por la que la «prueba de la silla» es efectivo es porque permite a los entrevistadores evaluar la personalidad de los candidatos. Lo interesante de este test es que no se trata de una prueba obvia ni de una cuestión que se pueda estudiar o preparar. Si la persona se siente incómoda o se deja llevar por la situación, puede ser una señal de que carece de confianza en sí misma o no está acostumbrada a manejar la incomodidad. Pero, si decide resolverlo de inmediato, demuestra que sabe cómo abordar los problemas de manera eficiente.

El lenguaje corporal juega un papel crucial en cómo nos perciben los demás, especialmente en una entrevista de trabajo. De hecho, una gran parte de la comunicación es no verbal, y la forma en que nos comportamos durante la entrevista puede ser tan importante como lo que decimos. Si bien las respuestas verbales son importantes, los gestos, las expresiones faciales y la postura también transmiten información valiosa sobre la personalidad y nivel de confianza.

En el caso de la «prueba de la silla», la forma en que gestionamos la situación también revela nuestro lenguaje corporal. Si, por ejemplo, nos quedamos quietos y no hacemos nada al respecto, los reclutadores podrían percibirlo como una falta de iniciativa o como un signo de incomodidad. Pero si decidimos tomar acción y cambiar de asiento, se puede interpretar como una señal de que tomamos el control cuando las cosas no salen bien.

El ‘test de la recepcionista’

Muchos empleadores también implementan lo que se conoce como el «test de la recepcionista». Este test no implica ninguna pregunta directa ni escenario forzado, sino que se refiere a cómo nos comportamos antes de que comience realmente la entrevista.

En una historia compartida en un foro, un candidato fue rechazado incluso antes de entrar a la entrevista porque fue grosero con la recepcionista. La historia reveló que el candidato ignoró el saludo de la recepcionista y no mostró interés en entablar una conversación con ella. Lo que el candidato no sabía es que esa recepcionista era, en realidad, la gerente de la empresa que estaba evaluando su comportamiento. Este tipo de prueba resalta la importancia de tratar a todas las personas con respeto, sin importar su puesto en la jerarquía de la empresa.

En definitiva, recuerda que, además de prepararte para responder preguntas sobre tu experiencia y habilidades, es igual de importante practicar cómo te comportas durante la entrevista, cómo manejas el estrés y cómo interactúas con los demás.

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