Ni plástico ni telas: un panadero revela el sencillo truco para conservar el pan fresco durante días
Seguramente que a ti también te ha pasado que compras una barra de pan y al día siguiente te la encuentras dura como una piedra o, lo que es incluso peor, llena de moho. Esto puede ser algo muy frustrante porque si estás pensando en un bocadillo crujiente o en una tostada con aceite y tomate lo último que esperas es encontrarte el pan en mal estado. Todos queremos disfrutar de se crujiente por fuera y suave interior por más tiempo.
Al igual que con el popular truco de las patatas para conservarlas frescas, existe un sencillo método para mantener el pan en óptimas condiciones. Un reconocido panadero nos comparte su truco infalible que no requiere de envoltorios plásticos ni soluciones complicadas.
El sencillo truco para conservar el pan fresco durante días
La solución, según Joost Arijs, un experimentado panadero holandés, es más simple de lo que podrías imaginar. El gran error que comete la mayoría de las personas es guardar el pan en bolsas de plástico, lo cual resulta ser el peor enemigo de su frescura.
Las bolsas de plástico retienen la humedad, convirtiendo el pan en una masa gomosa y facilitando la aparición de moho. Pero ¿qué puedes hacer para evitar estos problemas?
La respuesta está en un material que muchos ya usan pero no aprovechan al máximo: el papel. Arijs explica que almacenar el pan en bolsas de papel permite que respire, manteniendo la corteza crujiente por más tiempo y reduciendo el riesgo de que se vuelva gomoso o se eche a perder rápidamente.
Eso sí, no esperes milagros: aunque el pan puede durar un poco más fresco, inevitablemente perderá algo de su textura con el paso de los días.
¿Por qué evitar el plástico para guardar el pan?
Las bolsas de plástico no sólo atrapan la humedad, sino que también crean un ambiente ideal para el crecimiento de moho. Si alguna vez has dejado una barra de pan en una bolsa de plástico, sabrás que después de uno o dos días, aparece un moho característico que arruina el producto por completo. Incluso si lo mantienes en un lugar fresco y seco, la falta de ventilación en el plástico es una trampa mortal para el pan.
Otras alternativas para almacenar el pan
Si bien las bolsas de papel son la recomendación más común, hay otras alternativas igualmente efectivas. Por ejemplo, el papel parafinado, utilizado en algunas panaderías, es una excelente opción. Esta capa de parafina ayuda a preservar la humedad justa del pan, impidiendo que se reseque rápidamente. De esta manera, puedes disfrutar del pan fresco durante varios días más.
También se pueden utilizar envoltorios de cera de abeja, una opción sostenible y práctica para almacenar alimentos, incluido el pan. Este tipo de envoltorio permite que el pan respire al tiempo que retiene la humedad necesaria para evitar que se endurezca demasiado pronto.
La panera, la opción tradicional que sigue funcionando
No hay que olvidar la clásica panera, un utensilio que ha acompañado a muchas generaciones en la cocina. Estas cajas ventiladas son ideales para mantener el pan en un ambiente controlado, donde el aire circula lo suficiente para evitar que el moho se desarrolle, pero sin resecar demasiado el pan.
Y si no tienes intención de consumir el pan en los próximos días, siempre está la opción de congelarlo. Este método, aunque más práctico, requiere que envuelvas bien el pan en papel film o una bolsa adecuada antes de meterlo al congelador, para mantener su textura lo mejor posible cuando decidas descongelarlo.