Curiosidades

Ni geranios ni cactus: estas son las 4 plantas de interior que sirven para purificar el aire, según la NASA

Plantas, curiosidades, sala
Plantas de interior.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

En 1989, cuando la NASA todavía soñaba con bases permanentes en la Luna, uno de sus estudios más curiosos no tuvo que ver con cohetes, sino con macetas. Lo que empezó como una investigación para mantener el aire limpio dentro de estaciones espaciales terminó arrojando datos valiosos para cualquier persona con un salón, una ventana y un par de plantas.

En aquella época, se hablaba del «síndrome del edificio enfermo»: espacios cerrados, mal ventilados, cargados de químicos y humedad. La Agencia Espacial estadounidense se preguntó si las plantas, además de producir oxígeno, podían filtrar el aire. La respuesta fue sí, y en este artículos están los nombres.

Las cuatro plantas de interior que limpian más de lo que decoran

Lo interesante del estudio es que muchas de las plantas que tenemos en casa (o que al menos hemos visto en casa ajena) no sólo decoran, también actúan como purificadores naturales. Algunas absorben compuestos como el benceno o el formaldehído, dos viejos conocidos de la contaminación doméstica.

Estas son las cuatro plantas que mejor resultado dieron en el análisis, según la NASA.

1. Espatifilo

Es fácil de reconocer: hojas verdes intensas y flores blancas. Se adapta a distintos ambientes y no necesita sol directo. Eso sí, hay que mantener la tierra húmeda, sobre todo en los meses más cálidos. Si hay gatos o perros en casa, mejor buscar otra opción, ya que es tóxica para ellos.

2. Poto

Esta es la planta todoterreno. Puedes dejarla en un rincón oscuro u olvidarte de regarla por una semana, no importa. Tiene hojas en forma de corazón y cae en forma de enredadera, así que además queda bien en alto.

3. Sansevieria

También conocida como «lengua de suegra», por esas hojas altas y puntiagudas que parecen no morir nunca. Necesita muy poca agua, tolera espacios con poca luz y sigue liberando oxígeno durante la noche. Es perfecta para el dormitorio.

4. Palmera de bambú

Es un poco más exigente en cuanto a espacio, pero vale la pena tenerla. Puede llegar a los dos o tres metros y da ese aire de jungla elegante que muchos buscan en casa. Le gusta la sombra, necesita riegos constantes y es crucial vigilarla, ya que si el ambiente está muy seco puede atraer a la temida araña roja.

Esta es otra confirmación de que tener plantas no es sólo una cuestión de estética. Si bien esa puede ser la motivación inicial, cada vez hay más evidencia de que tienen muchos efectos beneficiosos. Mejoran la calidad del aire, elevan la humedad e incluso ayudan a reducir el estrés.

¿Una planta es mejor que un humidificador?

No hacen lo mismo, pero tampoco están tan lejos como parece. Las plantas ayudan a mantener el ambiente menos seco sin que uno lo note. Algunas liberan humedad al transpirar, y eso, en pleno invierno o en casas con calefacción fuerte, se siente.

Además, limpian el aire, generan oxígeno y le dan vida a cualquier espacio. No necesitan enchufes, ni filtros, ni hacen ruido. Y aunque no actúan con la rapidez de un aparato eléctrico, su efecto es constante.

Un humidificador, en cambio, se enchufa, se ajusta y en pocos minutos eleva la humedad como si nada. Es práctico, sobre todo si hay alergias o un ambiente muy seco. Pero lo que ofrece es sólo vapor, nada más.

¿Cuál es mejor? Depende. Si tienes problemas respiratorios serios, probablemente el humidificador te resuelva más rápido. Pero si buscas algo que funcione todo el año, mejore el aire y, de paso, te dé un poco de verde al día, la planta es una gran opción. Además, se pueden combinar.

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