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Ni 10 ni 15 euros: esto es lo que cuesta dejar el ventilador encendido toda la noche

Ventilador por la noche
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cuando las temperaturas se disparan en pleno verano y las noches se vuelven insoportables, muchas personas recurren a un gran aliado para aliviar el calor: el ventilador. Este aparato sencillo, económico y fácil de usar se ha convertido en un recurso fundamental para dormir mejor cuando el termómetro apenas baja de los 25 grados. Sin embargo, una pregunta frecuente entre los usuarios es cuánto puede afectar realmente tener el ventilador encendido durante toda la noche a la factura de la luz.

En medio de las sucesivas olas de calor que atraviesa España, entender el gasto eléctrico que supone este hábito se vuelve indispensable. No solo para evitar sorpresas en la factura mensual, sino también para tomar decisiones informadas que ayuden a gestionar mejor el consumo energético sin renunciar a la comodidad y al bienestar durante el descanso nocturno.

El precio de dejar el ventilador encendido toda la noche

En primer lugar, cabe señalar que el ventilador es uno de los electrodomésticos más eficientes en términos de consumo eléctrico. Según un experto instalador técnico, quien realizó una medición práctica utilizando un ventilador de 50 vatios a velocidad media, el consumo ronda los 0,021 kilovatios hora (kWh) por cada hora de uso. Esto implica que si dejamos el ventilador encendido durante ocho horas, el gasto energético total sería de aproximadamente 0,168 kWh por noche.

Traducido a coste económico, y aplicando una tarifa eléctrica media de 0,15 euros por kWh, la suma asciende a apenas 2,5 céntimos por noche. Aunque esta cifra puede variar en función de la tarifa y la franja horaria, el rango más habitual oscila entre 0,12 y 0,27 euros por kWh. En el escenario menos favorable, el gasto podría alcanzar hasta 11 céntimos diarios, que en un mes suman poco más de tres euros.

Cómo calcular el consumo

Para quienes quieran calcular el gasto exacto de su ventilador, el proceso es sencillo. Sólo hay que conocer la potencia en vatios del aparato, multiplicarla por el número de horas que se utiliza y luego dividir entre 1.000 para convertir la cifra a kilovatios hora. Por ejemplo, si tienes un ventilador de torre que consume 70 vatios y lo usas durante 8 horas, el cálculo sería: 70 vatios x 8 horas = 560 vatios hora, que dividido entre 1.000 es igual a 0,56 kWh. Si multiplicamos esta cantidad por el precio medio de la electricidad, que es 0,15 euros por kWh, obtenemos un coste aproximado de 0,084 euros, es decir, 8,4 céntimos por noche.

Consumo de diferentes tipos de ventiladores

No todos los ventiladores consumen lo mismo, ya que su potencia varía según el tipo y modelo. Por ejemplo, un ventilador de techo suele tener un consumo que oscila entre los 15 y los 90 vatios, dependiendo de su tamaño y velocidad. Los ventiladores de pie o torre, que son muy populares en hogares, suelen consumir entre 30 y 100 vatios. Por último, los ventiladores de mesa, que suelen ser más pequeño, tienen un consumo que va de 15 a 50 vatios.
Por lo tanto, incluso si optas por un ventilador potente de 100 vatios y lo mantienes encendido durante toda la noche (aproximadamente 8 horas), el consumo sería de 0,8 kWh. A un precio de 0,15 euros por kWh, eso se traduce en unos 12 céntimos por noche, o poco más de 3,5 euros al mes, una cantidad bastante asequible para combatir el calor en las noches más calurosas.

Consejos para un uso eficiente y seguro

Para maximizar el beneficio del ventilador sin elevar excesivamente el gasto eléctrico, conviene seguir algunas recomendaciones. Por ejemplo, es mejor usarlo a velocidades medias o bajas, que suelen ser suficientes para refrescar sin un consumo elevado. También es aconsejable apagar el ventilador cuando la temperatura baja durante la madrugada para evitar un gasto innecesario.

Una forma aún más efectiva de potenciar la frescura que genera un ventilador es utilizar un bol con hielo y sal en lugar de sólo hielo. Este truco casero funciona gracias a una reacción simple: al añadir sal al hielo, se reduce su punto de congelación, lo que hace que el hielo se derrita más rápido y, en el proceso, absorba más calor del ambiente. Esto genera un aire aún más frío alrededor del recipiente. Al colocar este bol con hielo y sal frente al ventilador, el aire que circula se enfría más que con hielo solo, creando una corriente refrescante más intensa. Es una solución sencilla, económica y muy útil para aliviar el calor en espacios pequeños.

Dormir con el ventilador encendido durante la noche es una práctica común y efectiva para afrontar las noches de calor durante el verano. Aunque pueda generar dudas sobre el gasto energético, los datos muestran que el consumo es bajo y que su impacto en la factura de la luz es mínimo. Así, en lugar de renunciar al confort, podemos disfrutar de un ambiente fresco y agradable, con la tranquilidad de que el ventilador es una opción económica y respetuosa con el consumo energético del hogar.

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