Alerta de incendio: el electrodoméstico que siempre debes desenchufar según un bombero

Los incendios en el hogar representan una amenaza constante que, a menudo, se subestima. Cada año, miles de hogares se ven afectados por siniestros que ocasionan pérdidas materiales, lesiones graves e incluso víctimas mortales. Aunque las causas pueden ser muy variadas, desde velas encendidas sin supervisión hasta barbacoas mal apagadas, un factor  a destacar es el riesgo asociado con fallos en dispositivos eléctricos y electrodomésticos. De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención y Protección (CNPP), entre el 25 y el 30% de los incendios domésticos tienen su origen en problemas eléctricos. Dentro de este contexto, la secadora sobresale como uno de los electrodomésticos más propensos a provocar incendios si no se utiliza y mantiene como es debido.

El peligro asociado con las secadoras se debe principalmente a la acumulación de pelusas y polvo en su interior, que, combinado con el calor generado durante su funcionamiento, puede provocar un incendio. Un bombero afirma que la secadora representa un riesgo mayor que otros electrodomésticos como el horno o el frigorífico, y su opinión está respaldada por la Fondation des Brûlés. A pesar de la falta de datos estadísticos detallados, numerosos expertos en seguridad doméstica refuerzan esta advertencia, e insisten en la importancia de realizar un mantenimiento regular y seguir estrictamente las recomendaciones de uso.

La secadora y el riesgo de incendio

El riesgo de incendio en una secadora está estrechamente relacionado con varios factores, entre ellos la acumulación de pelusas en el filtro y el conducto de salida. Según Verisure, empresa especializada en seguridad, limpiar el filtro de pelusas después de cada ciclo es una medida fundamental para minimizar riesgos. Además, recomiendan limpiar el conducto de ventilación al menos una vez al año.

Otro aspecto esencial es la ubicación y el espacio alrededor de la secadora. Para garantizar una adecuada ventilación, hay que mantener suficiente espacio libre alrededor del aparato. Asimismo, es crucial evitar el secado de prendas que contengan restos de aceites, alcoholes u otras sustancias inflamables, ya que éstas podrían aumentar considerablemente el riesgo de combustión. Por último, no es aconsejable poner en marcha la secadora cuando no haya nadie en casa o durante la noche.

El papel de las instalaciones eléctricas

Por otro lado, el estado de las instalaciones eléctricas también desempeña un papel crucial en la prevención de estos incidentes. Conexiones defectuosas, enchufes en mal estado o sobrecargas en las regletas son factores que pueden provocar un incendio, especialmente en aparatos que generan calor.

Por este motivo, es recomendable realizar revisiones periódicas, reemplazar componentes antiguos y asegurarse de que los circuitos eléctricos estén diseñados para soportar la carga requerida por los electrodomésticos modernos. Además, es importante utilizar dispositivos de protección, como disyuntores o interruptores diferenciales, que puedan cortar el suministro eléctrico en caso de sobrecarga o cortocircuito.

Si bien el fuego es el elemento más visible y destructivo en un incendio, el humo representa el mayor peligro para las personas. Se estima que el 80% de las víctimas mortales en incendios domésticos fallecen a causa de la inhalación de humo tóxico, que puede provocar asfixia en cuestión de minutos. Por esta razón, es fundamental instalar detectores de humo en el hogar, especialmente en la cocina.

Otros electrodomésticos peligrosos

El horno es esencial en cualquier cocina, pero su uso indebido puede desencadenar incendios fácilmente. La acumulación de grasa en las superficies o fallos en los sistemas eléctricos internos pueden provocar un incendio en cuestión de minutos. Según expertos en seguridad, es crucial limpiar regularmente tanto el interior del horno para evitar que se acumulen residuos inflamables.

La cafeteras y tostadoras suelen formar parte de la rutina matutina, pero no están exentos de riesgos. Las tostadoras, por ejemplo, pueden acumular migas en su interior, lo que puede generar chispas y llamas cuando el aparato está encendido. Por otro lado, las cafeteras, especialmente las eléctricas, pueden sufrir cortocircuitos si tienen cables dañados o si se conectan a regletas de mala calidad.

En cuanto a la nevera, puede representar un peligro si los componentes eléctricos, como el compresor o el termostato, fallan. Además, el polvo acumulado detrás de este electrodoméstico puede actuar como un acelerante si se produce una chispa. Por ello, es fundamental limpiar periódicamente la parte trasera y asegurarse de que los ventiladores de enfriamiento funcionen correctamente.

La lavadora y el lavavajllas combinan electricidad y agua, lo que aumenta el riesgo de cortocircuitos si las conexiones no están en buen estado. Las lavadoras, en particular, se pueden sobrecalentar durante ciclos largos, mientras que los lavavajillas pueden presentar fugas que afectan sus sistemas eléctricos. Es esencial realizar mantenimientos regulares, evitar sobrecargar estos electrodomésticos y utilizarlos sólo cuando haya alguien en casa.

Finalmente, los calefactores portátiles son especialmente peligrosos en invierno. Si se colocan cerca de cortinas, muebles o ropa, pueden causar incendios rápidamente. Además, algunos modelos antiguos no cuentan con sistemas de apagado automático en caso de sobrecalentamiento.