Fue un boom y ahora todo el mundo lo odia: la increíble utilidad del gotelé que casi nadie conoce
El gotelé fue un boom en los años 80 y 90, hemos crecido con él, aunque ahora todo el mundo lo odia, tiene una utilidad que casi nadie conoce
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El gotelé fue un boom en los años 80 y 90, hemos crecido con él, aunque ahora todo el mundo lo odia, tiene una utilidad que casi nadie conoce. En los recuerdos familiares de muchas personas está el hecho de ver las paredes o los techos de casa con gotas.
Un elemento que se convirtió en el gotelé más de moda y hoy en día quizás cabe siendo una forma de recuperar este tipo de decoración. Han pasado décadas, pero la utilidad del gotelé se pone sobre la mesa.
Ahora todo el mundo lo odia, pero fue un boom
Hace unos años no había casa sin tener una o varias paredes de gotelé. Era una forma barata de darle textura y personalidad a la casa que suponía un ahorro. Para muchas familias que ahorraban al máximo en sus casas, no gastar demasiado en algo tan importante como las paredes de casa eran fundamental.
Ahorraban cada peseta, por lo que no dudaban en hacérselo todo ellos. Desde convertirse en expertos en poner papel de pared, hasta ser pintores poco profesionales, pero de lo más efectivos. De esta manera se conseguía que la casa quedará especialmente nueva y a nuestro gusto, sin gastar demasiado.
En los recuerdos de más de una generación hay impresos algunos detalles importantes que han marcado a más de una generación. Por lo que, ser expertos en poner papel pintado o pintarse su propia habitación para hacer la comunión es algo que quizás hemos hecho y recordamos.
Eran otros tiempos y al igual que las modas, todo cambia. Ya no se llevan las hombreras o los detalles que se convirtieron en básicos como esos calcetines con puntillas o esa ropa que quizás ahora nos asuste al verla. Casi tan extrema como esos peinados con el flequillo lo más grande posible, con el secador se le daba el máximo volumen posible.
Con las modas el gotelé acabó pasando a la historia y lo hizo de una forma que quizás ha sido injusta. Se trata de un elemento que seguro que además de ser estético, también cumplía con otras funciones. La razón por la que se ponía gotelé en todas las casas no era solo estética, sino que va mucho más allá.
La verdadera utilidad del gotelé era esta
El gotelé coincide con el boom demográfico de los años 70. Cuando llegó a la edad reproductiva, la generación postguerra y la bonanza ayudó a que se tuvieran muchos niños. Eran tiempos diferentes, por lo que muchos de los nacidos en ese momento tienen la suerte de tener varios hermanos.
Las familias de 4 o más miembros no eran una excepción como hoy, sino todo lo contrario. Lo normal era tener varios hermanos o hermanas. Así que se necesitaban casas más grandes que quizás se construían muy rápido y requería de algunas técnicas especiales.
Para conseguir que no se vieran las imperfecciones en las paredes, los constructores optaban por poner gotelé. Era la forma rápida y bonita de entregar un piso o una casa llave en mano a aquellas grandes familias que necesitaban más espacio en su casa.
Del otro lado, también era una suerte disponer de este elemento, se conseguía de esta manera evitar que los golpes en las paredes que se ven a simple vista. Con tantos hermanos, una sola televisión, los más afortunados y muchas ganas de acción, los días de lluvia en los que no se podía salir a la calle, el salón podía convertirse en un barco pirata en el que jugábamos. Lo malo era que alguno de esos ataques a nuestro barco ficticio podía acabar con un agujero en la pared. Por suerte, el gotelé era capaz de disimular cualquier accidente en medio de una oleada de juegos imaginativos, cuando no existía nada más que lo que teníamos.
El gotelé puedes se usaba para que la casa se viera siempre perfecta. El otro elemento que creaba manchas, el humo, tampoco era un problema. Teniendo en cuenta que en casi todas las casas se fumaba y no poco, las manchas de este elemento quedaban muy disimuladas, solo se necesitaba un poco de pintura blanca para cuando ya eran demasiado evidentes.
Este detalle se convirtió en un básico que ha acabado siendo el que más odiamos cuando compramos una casa y tiene gotelé. Quizás recordamos esos tiempos mejores, hace décadas todo parecía más fácil. Incluidos una serie de elementos que se convirtieron en esenciales y quizás acaben siendo los que nos acompañen en estos días.
Hoy en día se construye un poco mejor, aunque quizás podemos incluir alguna pared con gotelé para darle el acabado que buscamos a esa imperfección que quizás queremos eliminar por completo o darle un acabado un tanto retro.
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