Este agua que no paramos de consumir en España es la peor que podemos beber según los expertos
El agua es un recurso esencial para la vida y un pilar fundamental para mantener la salud y el bienestar. Aunque a menudo pasamos por alto su importancia, la elección de qué tipo de agua consumimos puede influir significativamente en nuestra salud a largo plazo. En España, la decisión entre beber agua embotellada o del grifo es un debate frecuente, y aquí es donde entra en juego las recomendaciones del dietista polaco Bartek Szemraj.
Según este experto, no todas las opciones son iguales, y la elección puede depender tanto de la composición mineral como del envase. Mientras que algunas aguas ofrecen beneficios adicionales debido a su alto contenido en minerales, otras pueden ser menos favorables, especialmente si se presentan en envases de plástico y tienen un bajo nivel de mineralización. Una de las mayores desventajas del agua embotellada es el impacto ambiental de los envases de plástico. Cada año, millones de toneladas de plástico terminan en los océanos, afectando a la vida marina y contribuyendo a la crisis climática.
Éste es el peor agua que podemos consumir en España
El agua no es una simple fuente de hidratación; también es un vehículo para el transporte de nutrientes esenciales y la eliminación de toxinas del cuerpo. Sin embargo, no todas las aguas cumplen con esta función de la misma manera. La calidad del agua que bebemos puede variar considerablemente dependiendo de su procedencia y del tratamiento al que haya sido sometida.
En España, muchas regiones tienen agua potable de muy buena calidad. Sin embargo, en ciertas zonas, el agua puede contener un exceso de minerales o sustancias que alteran su sabor o incluso su salubridad, lo que lleva a muchas personas a optar por agua embotellada. Además, el mercado de agua embotellada ofrece una amplia variedad de opciones; desde agua altamente mineralizada hasta agua con mineralización baja.
Uno de los factores más importantes a la hora de evaluar la calidad del agua es su contenido mineral. Los minerales como el calcio, el magnesio, el sodio y el potasio son esenciales para muchas funciones corporales, desde la salud ósea hasta el equilibrio de los electrolitos.
El consumo de agua altamente mineralizada puede aportar numerosos beneficios para la salud. Por ejemplo, el calcio presente en estas aguas contribuye al mantenimiento de huesos fuertes, mientras que el magnesio ayuda a reducir el estrés y mejora la función muscular.
Por otro lado, las aguas con bajo contenido en minerales, también conocidas como «aguas de mineralización débil», son populares entre quienes buscan una opción ligera y suave para los riñones. Sin embargo, el dietista Bartek Szemraj advierte que este tipo de agua no siempre es la mejor elección, especialmente cuando se presenta en envases de plástico. Esto se debe a que la combinación de bajo contenido mineral y plástico puede tener efectos negativos, tanto para la salud como para el medioambiente.
Botella de vidrio
Según Szemraj, la mejor opción a la hora de elegir agua embotellada es aquella que viene en envases de vidrio. Este tipo de envase no sólo es más respetuoso con el medio ambiente, sino que también es una elección más saludable. El vidrio no libera sustancias químicas en el agua, algo que puede ocurrir con ciertos tipos de plástico, especialmente cuando están expuestos al calor o la luz solar. El agua en botella de vidrio también suele estar asociada a marcas que priorizan la calidad y el origen natural del agua.
El problema del plástico
Una de las mayores desventajas del agua embotellada es el impacto ambiental de los envases de plástico. Cada año, millones de toneladas de plástico terminan en los océanos, afectando a la vida marina y contribuyendo a la crisis climática. Además, los plásticos pueden liberar microplásticos y sustancias químicas en el agua, especialmente si las botellas se almacenan en condiciones de calor.
De acuerdo con Szemraj, la peor combinación es el agua poco mineralizada en botella de plástico. Este agua no sólo carece de los beneficios adicionales de los minerales, sino que también presenta todos los inconvenientes asociados al uso de plástico. Además, al no contener una cantidad significativa de minerales, estas aguas pueden no ser tan efectivas para hidratar y nutrir el cuerpo.
Muchas personas optan por aguas de mineralización débil pensando que son más ligeras y mejores para el consumo diario, pero éste no siempre es el caso. En realidad, una hidratación adecuada implica no solo la reposición de agua, sino también de electrolitos y minerales esenciales. Por ello, elegir un agua con un perfil mineral equilibrado es fundamental para mantener un buen estado de salud.
En definitiva, es fundamental evitar las aguas poco mineralizadas en envases de plástico, ya que no ofrecen ningún beneficio para la salud representan un riesgo para el medio ambiente. Al final, invertir en agua de calidad es una manera de cuidar nuestro cuerpo y el planeta.