Cómo cuidar la flor de Pascua para que sobreviva toda la Navidad
La flor de Pascua es una de las plantas más indicadas y regaladas durante la época de Navidad. Conocida como Pascuero, planta de Navidad, Poinsetta, flor de Nochebuena o Pastora, esta planta es muy habitual encontrarla en los hogares españoles durante las fiestas navideñas, pero requieren un tipo de cuidados muy específicos para que sobreviva durante las fiestas.
El tono rojo intenso de esta Euphorbia pulcherrima proporciona en los hogares españoles un tipo de decoración tradicional para las fiestas, aunque no es fácil acertar con alguna de ellas ya que existen más de 100 variedades diferentes en el mercado y no todas tienen la misma tonalidad. El color rojo es el más llamativo y típico de ver, pero la flor de Pascua puede ser rosa, blanco, salmón o, incluso algunas variedades aportan una gama de colores muy interesantes.
¿Cómo cuidar la flor de Pascua?
Como cualquier planta, la flor de Pascua requiere de una serie de cuidados básicos para que nos sobreviva durante todas las fiestas. Algunas incluso pueden durar varias semanas más desde que acaban las fiestas, y esto se puede conseguir gracias a un buen mantenimiento que mezcla regado y luz principalmente.
A diferencia de otras plantas, esta flor de Pascua no necesita de administrarle un riego normal, ya que si la regamos constantemente sus hojas se marchitarán y se irán cayendo poco a poco. Por eso, es necesario saber cómo y cuándo regalarla, sobre todo en esta época del año donde la luz es menos intensa y la humedad suele ser mayor.
Si nuestra flor de Pascua la hemos adquirido en invierno debemos saber que debe ser regada con intensidad, sobre todo al comienzo de la estación porque es cuando comienza a florecer en toda su magnitud. Eso sí, no requiere de riegos abundantes, es más preferible regarla poco a poco durante el día que hacer un riego único pero excedente de una sola vez.
Una vez regada los primeros días, ya solo habrá que regarla una o dos veces por semana, asegurándonos que el sustrato de la planta queda un poco húmedo pero no demasiado ya que esta humedad puede hacer que se pudra la planta por dentro y acabemos por matar a nuestra flor de Pascua.
Se trata de un tipo de planta que debe ser regada pero que no soporta bien la humedad, por lo tanto tenemos que conseguir el punto exacto para que, con nuestro riego, la flor de Pascua no quede empapada por días y pueda deteriorarse en jornadas posteriores.
¿Cómo regar la flor de Pascua?
Nuestro Pascuero necesita de un tipo de riego de inmersión donde el agua no se quede entre el macetero. La planta no recibirá gran cantidad de agua por arriba, sino que será regada mediante la inmersión en un recipiente, recibiendo el riego por la parte baja de la flor.
Primero debemos ponerla en una maceta con agujeros que le dará oxigeno y será capaz de sacar el agua innecesaria para la planta. Además, como con otras muchas flores, utilizaremos un plato o un recipiente donde sumergir la planta, o por lo menos la base de esta.
Debemos asegurarnos que el agua que utilizamos es apta para el riego, es decir, que esté libre de cal. En muchos puntos de España el agua del grifo contiene más cal de lo deseado, por eso lo mismo hay que recurrir a agua embotellada que tenga lo mínimo en cal posible.
De esta manera llenaremos el plato con agua y sumergiremos la planta hasta que su recipiente se empape por completo. De esta manera la flor de Pascua absorberá el líquido que le haga falta y se empapará lo necesario para tener agua durante varios días.
Tiene que ser la base la que absorba el agua, intentando que las hojas no entren en contacto con el líquido, o por lo menos, que no se mojen en exceso.
Por último, esta inmersión la mantendremos durante unos 10 minutos para que la base y el sustrato de la planta coja agua. Si pasado este tiempo la arena sigue seca, mantendremos la flor de Pascua sumergida durante unos minutos más hasta que quede mojada.
Si durante los días posteriores descubrimos que nuestra planta tiene hojas blancas y alicaídas, será porque hay un exceso de agua en el macetero, así que lo mejor será quitar el plato durante algún tiempo para que ese agua que tiene de más sea expulsado.
Otros cuidados
Una vez sabemos cómo debe regarse la flor de Pascua, debemos seguir unos pasos para su mantenimiento. Si vemos que sus hojas son marrones o se están marchitando, esto se deberá a que le falta agua, así que haremos un nuevo riego de inmersión.
No hay que pulverizar las hojas, ya que el agua que le damos a través de la base es más que suficiente para que sobreviva en perfecta condiciones. Además, debemos buscar un lugar donde le entre luz natural, pero no directa para que no se queme por el sol.
Si queremos que nuestra flor de Pascua dure más que las fiestas navideñas, debemos podar sus hojas. La mejor época es finales de enero para que en unas semanas vuelva a estar brillante.
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