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E-Commence: Qué es y cómo funciona

E-Commence
Existen diversos tipos de e-commerce.

El comercio electrónico o e-commerce se ha expandido en tan solo unos años y, según un estudio de la Asociación Española de la Economía Digital (Adigital), el 20% de los comercios electrónicos españoles espera un crecimiento mayor del 30%. Sólo un 6% augura un descenso de las ventas. Moda, ropa y complementos y alimentación y bebidas son los sectores que esperan el mayor incremento de ventas.

En general cuando se habla de e-commerce se refiere a la venta y compra de productos o servicios a través de medios electrónicos, sea web o redes sociales. Aunque no siempre ha significado lo mismo, puesto que en un inicio se creó para la realización de transacciones mediante medios electrónicos, pero al nacer Internet se usó para definir el anterior concepto.

Como datos destacables, señalar que en 2017, 2.000 millones de personas realizaron una transacción de comercio electrónico móvil, ​dando lugar a una tasa de crecimiento interanual de un 23,4% según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Existen diversos tipos de e-commerce, según el modelo de negocio, pues el comercio electrónico ha evolucionado a lo largo de los años de manera muy rápida. Por un lado, encontramos el B2B (Business to Business) que se suele aplicar a aquellas empresas que crean comercios electrónicos para vender productos a otras empresas. El B2C (Business to Consumer) se vende al consumidor final, el C2B (Consumer to Business) donde el consumidor pone su servicio a disposición de empresas y el C2C (Consumer to consumer) es decir, relaciones entre consumidores, algo bastante común en los últimos tiempos.

Estos nuevos modelos de compra permiten muchas ventajas, como por ejemplo comprar de manera rápida y al momento, y desde cualquier lugar del mundo. También se pueden adquirir servicios y productos desde cualquier dispositivo electrónico, siendo el móvil el que está teniendo mayor penetración.

El e-commerce permite también un menor gasto por parte de la empresa que vende, pues aunque muchos negocios tienen parte física y online, no hace falta un local para tener los productos. Esto representa una baja inversión, pues basta con comprar una web, un servidor, establecer una tienda, una pasarela de pagos y también invertir en publicidad para que los usuarios compren en tu negocio online.

Además, las ventas suelen ser escalables, pues el proceso de compra es más dinámico y se puede vender de forma simultánea.

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