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Así calentaban la cama en invierno en la época medieval: el truco que nos gustaría utilizar a día de hoy

Así calentaban la cama en invierno en la época medieval: el truco que nos gustaría utilizar a día de hoy
Reinos España medieval
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Este es el truco que nos gustaría usar hoy en día para calentar la cama en invierno en la época medieval. Hace cientos de años el tiempo era igual de duro que ahora, el invierno era un auténtico reto para el que teníamos que prepararnos. Por lo que, habrá llegado el momento de apostar por un cambio de tendencia que puede ser clave y que, sin duda alguna, deberemos tener en consideración. Es hora de apostar claramente por un cambio de tendencia que deberemos empezar a poner en práctica para vivir en casas lo más eficientes posibles.

Hay algunos detalles que, sin duda alguna deberemos tener en cuenta y que, sin duda alguna, tocará empezar a visualizar en estos días que hasta la fecha desconocíamos. Son tiempos de cambios y de ver un giro radical que hasta el momento puede convertirse en un plus de buenas sensaciones. Hoy en día queremos calentar la casa y mantenernos calientes con la ayuda de un elemento que puede acabar siendo el que nos acompañará en estos días que tenemos por delante. Este truco de hace cientos de años, es barato y realmente funciona.

Calentaban la cama en invierno en la época medieval

La Edad Media no es la que vemos en las películas o cuando visitamos los castillos que han llegado hasta la actualidad. Esta época histórica obligó a la humanidad a luchar contra algunos retos que, sin duda alguna, deberemos empezar a poner en práctica hoy en día.

El frío era algo contra lo que se luchaba cada vez que las temperaturas descendían, por lo que, habrá llegado ese día, por lo que quizás tendremos que poner en práctica más de una sorpresa del todo inesperada. Estaremos pendientes de un giro radical que puede ser esencial.

Este tipo de casas, que en la edad media eran con las ventanas abiertas, sufrían las consecuencias de un cambio que puede acabar siendo lo que nos acompañará en estos días que hasta la fecha no sabíamos. Es hora de apostar claramente por una técnica que hace cientos de años mantenía el calor en la cama.

Este lugar en el que estamos quietos, que no está cerca de las chimeneas o al menos, no en estas casas humildes o castillos en los que usaban un truco muy diferente.

Este es el truco que nos gustaría utilizar hoy en día

En la Edad Media se podían poner algunos elementos que pueden convertirse en un plus de buenas sensaciones. Será el momento de apostar claramente por un cambio de tendencia que, sin duda alguna, puede acabar siendo esencial en estos días en los que las temperaturas bajan.

Las camas de aquellos días eran armarios, o camas con dosel para poner cortinas que mantuviera el calor en el interior. También se usaban braseros que, con precaución, teniendo en cuenta que podríamos empezar a poner en práctica algunos elementos que serán esenciales en estos días.

Los expertos de Ultraconfort nos explican en su blog que: «En la Edad Media los colchones se forraban con telas gruesas de estopa o se hacían de lino y se rellenaban con paja, plumas y telas, debido a las enfermedades, había que airearlos, sacudirlos y cambiar los rellenos con frecuencia, se pudrían con facilidad y eran nido fácil para pulgas, chinches y piojos para lo que algunos doctores de la época recomendaban usar ajo, utilizaban sábanas de lino llamadas cubiertas. Para taparse se envolvían totalmente con mantas delgadas. Lo normal era acostarse desnudos para evitar que la ropa se llenase de pulgas o piojos, se dormían todos en una cama por aquello del espacio reducido y por el frío, incluso más de 6 personas dormían juntas. Se colocaban tapices sobre el suelo y sobre ellos colchones, almohadones de crin animal y también se usaban pieles animales como cobertores. Entonces la apariencia marcaba la clase social y se empezaron a usar camas de madera con trabajos artísticos de madera, pintura y escultura. Empleaban cortinas enormes como partes de la cama, un lienzo cubría el colchón y telas rodeaban toda la estructura de la cama para evitar las moscas. Lo sirvientes golpeaban con un palo las camas antes de acostarse para asegurarse de que nadie se ocultaba en éstas pues eran muy grandes».

Por lo que, esta forma de dormir junta toda la familia es algo que hoy en día puede repetirse. Pero también la forma de aclimatar las casas para que los tapices o las alfombras o almohadas acabasen dando ese calor que necesitamos. Un giro radical que, sin duda alguna, puede acabar convirtiéndose en un elemento realmente esencial que tocará poner en práctica, antes que nada. Una habitación preparara para el frío es algo esencial.

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