‘El vicio del poder’: Christian Bale transforma brutalmente su físico para ser Dick Cheney en los Oscar 2019
Adam McKay dirige un acercamiento subjetivo a la vida del ex vicepresidente norteamericano Dick Cheney, quien concentró un gran poder bajo el mandato de George W. Bush. La transformación física de Christian Bale (engordó 18 kilos para dar vida a Cheney) y el magnífico elenco que le acompaña, han hecho que 'El vicio del poder' sea una de las favoritas para los Oscar 2019. Con 8 nominaciones, la película compite en las categorías más importantes de la ceremonia: película, director, actor, actor secundario, actriz secundaria, guión original, maquillaje y montaje.
‘El vicio del poder’ se acerca a un período oscuro de la historia de los Estados Unidos de América y a uno de los personajes más vilipendiados de Norteamerica, Dick Cheney. La cinta trabaja desde la perspectiva de que era Cheney quien dirigía la administración durante el mandato de George W. Bush y no el propio presidente. La cinta protagonizada por Christian Bale, quien otra vez sometió su cuerpo a un cambio extremo engordando casi 20 kilos, muestra como parte del trabajo legal que Cheney llevó a cabó abrió las puertas al estilo de gobierno del magnate Donald Trump.
El director Adam McKay se entretiene en ‘El vicio del poder’ jugando con personajes ficticios que no existieron realmente, flashbacks y un montaje que hace que la historia central avance sin freno. Dick Cheney (Christian Bale) se presenta en la película como un cretino oportunista sin ningún tipo de principio moral. Su única motivación es obtener todo el poder que pueda y está constantemente entrometiéndose en el sistema político para asegurar que logra sus objetivos personales.
‘El vicio del poder’ refleja, con precisión, temas muy importantes en la política norteamericana aunque el tema central igual esta un poco desactualizado. Cheney concentró más poder e influencia que cualquier otro vicepresidente de los EEUU pero la cinta se olvida de otros nombres importantes en la era Bush, como el asesor personal y subjefe de personal Karl Rove.
La historia nos dice que a La Academia de Hollywood le encanta cuando un actor famoso en el mundo entero altera su físico para interpretar un papel. Si no que se lo digan a Charlize Theron en ‘Monster’, Gary Oldman en ‘La noche más oscura’, Nicole Kidman en ‘Las horas’ o Eddie Redmayne en ‘La teoría del todo’, entre otros. Todos ellos con un Oscar por sus arriesgados cambios físicos. Si Bale ya se llevó el Oscar a mejor actor de reparto por su papel en ‘El Luchador’, para el que perdió 13 kilos. Ahora podría ganarlo por, de alguna manera, lo contrario: haber ganado 18 kilos.
Por su parte, el ex presidente Bush está interpretado por el oscarizado Sam Rockwell, que el año pasado se llevó una estatuilla dorada por su magnífico trabajo en ‘Tres anuncios a las afueras, y que este año podría hacer doblete llevándose el mismo premio. Bale se encierra en el personaje de Cheney hasta hacer desaparecer por completo a su propia personalidad. Exhibe una desagradable maldad, una actitud arrogante ante las normas morales y una falta total de civismo para con los que le rodean. A pesar de algunas inexactitudes, ‘El vicio del poder’ supone una advertencia sobre cómo incluso los sistemas políticos más controlados pueden ser explotados en beneficio personal por hombres sin escrúpulos.
Sinopsis: La película comienza con un Dick Cheney recién graduado en la Universidad. Casado con Lynne (interpretada por la siempre bella Amy Adams), Cheney se cruza con el experimentado asesor de Nixon Donald Rumsfeld, interpretado con un punto de humor que solo le podría dar Steve Carell. Juntos desarrollaron una posición legal en la que el presidente no puede hacer nada malo, simplemente por el cargo que ocupa. Tras el 11-S las oportunidades para aumentar su poder crecen para Cheney. El callado e inquisitivo burócrata de Washington ejerció silenciosamente un inmenso poder y acabó convirtiéndose en vicepresidente de los Estados Unidos de George W. Bush. Las consecuencias de sus años en el poder se sienten todavía hoy, sobre todo en los EEUU.
Adam McKay (Succession, La gran apuesta) escribe y dirige esta película basada en la figura de Dick Cheney que protagonizan Christian Bale (Hostiles, La Promesa), Amy Adams (Heridas abiertas, Animales nocturnos), Steve Carrell (La última bandera, La batalla de los sexos), Jesse Plemons (Noche de juegos, Black Mirror), Eddie Marsan (Deadpool 2, 7 días en Entebbe) y Sam Rockwell (Tres anuncios a las afueras, Siete psicópatas).