Cuerda presenta el rodaje de ‘Tiempo después’, que recupera el espíritu de ‘Amanece que no es poco’
Casi tres décadas después del estreno de ‘Amanece, que no es poco’, José Luis Cuerda recupera su esencia en ‘Tiempo después’, una comedia surrealista donde el director de cine albaceteño imagina un mundo en el año 9177 divido en dos: los estamentos del poder y los parados y hambrientos del cosmos.
«Si no me río de las cosas que me toca vivir y de las cosas que me toca enterarme, sería seguramente el hombre más infeliz del mundo», ha reconocido Cuerda hoy durante la presentación en el casco histórico de Toledo de su nueva película, cuyo rodaje comenzará el próximo martes 17 de octubre.
Durante seis semanas, rodará en Madrid y Castilla-La Mancha, en concreto, en las provincias de Toledo y Guadalajara, mientras que de Albacete —escenario principal de la exitosa ‘Amanece que no es poco’— solo aparecerá un plano aéreo, aunque «está en el corazón de todos», ha asegurado el director albaceteño.
Tampoco emergerá el amor a William Faulkner como en su película de finales de los ochenta, pero sí a José Ortega y Gasset y también formará parte del reparto coral Gabino Diego, esta vez interpretando al «rey de bastos».
Aunque no pretende ser una secuela, ‘Tiempo después’ —escrita y dirigida por el director— lleva el ADN de ‘Amanece, que no es poco’ y se podrán ver escenas tan surrealistas como a un rebaño de ovejas que entra en un ascensor para ir a comer césped.
Este ascensor está en el único edificio que queda en el mundo en el año 9177, «mil años arriba, mil años abajo», donde vive el «establishment», mientras que lo que hay en el exterior es —en palabras de su director— «Monument Valley» o adaptado, un paisaje desértico en «Toledo Valley».
Para ubicar a «los desheredados del mundo», se han buscado localizaciones excepcionales, como el bosque de Hontanar, en Los Montes de Toledo; el espectacular paisaje de las Barrancas de Burujón; la iglesia de Santa María Melque; la finca de Los Lavaderos del Rojas, o el campo de golf de Layos.
«Una de las cosas que no me gustan es que es un documental», ha bromeado el actor Miguel Rellán, que ha acudido a la presentación junto a Arturo Valls —que también es productor e interpretará a un barbero—, Roberto Álamo y Nerea Camacho.
Animada por Rellán, Nerea Camacho ha tomado la palabra para explicar su personaje, una «adolescente rebelde que no se compromete con nada».
«Tengo ganas de empezar a grabar ya», ha admitido la actriz, a la que también acompañarán en el film —cuyo estreno está previsto para otoño de 2018— Blanca Suárez, Andreu Buenafuente, Antonio de la Torre, Berto Romero, Carlos Areces, Manolo Solo, Joaquín Reyes, Eva Hache, Daniel Pérez Prada, Secun de la Rosa, Raúl Cimas, Miguel Herrán, María Ballesteros y Pepe Ocio, entre otros.
Todos ellos darán forma a una comedia de humor manchego, en la que participarán como extras más de 400 castellanomanchegos que se han presentado al casting, al que acudieron a finales de septiembre más de 1.250 personas.
Sin hacer «spoiler» de la película, una idea que surgió hace siete años y que primero fue novela, Cuerda ha adelantado parte de su argumento: un personaje empeñado en llevar su limonada a los que habitan el edificio, donde no le dejen entrar porque «si deja de ser parado sufre una merma ontológica; deja de ser parado, que es lo sustancial en él».
Junto a Cuerda y los actores, han acudido a la presentación los consejeros de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, y de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto.
«Esperemos que esta película nos sirva para seguir dinamizando Castilla-La Mancha como una región de cine», ha deseado la consejera, quien ha apuntado que el Gobierno regional ha aportado 200.000 euros al proyecto.
En este sentido, José Luis Cuerda ha advertido a los consejeros, entre risas: «Ahora que no os vais a echar para atrás, que sepáis que con esta película nos la jugamos».