Exposición en El Retiro de Madrid

La artista Paula Varona pone frente a frente a Goya y Velázquez con el ‘pop art’ de Hockney

Paula Varona
'Doble mirada'. 2020. Paula Varona.

Pintora. Paula Varona (Málaga, 1963) expone ‘Los caminos de la mirada’ en la sala Casa de Vacas de el parque de El Retiro de Madrid, una muestra comisariada por Carla Luelmo y texto de catálogo del escritor Juan Manuel de Prada. Es un paseo de luz agradable, bello, refrescante por el interior de museos como el Museo del Prado, la Tate Modern de Londres o el MOMA de Nueva York, que se llenan de rostros desconocidos para los espectadores, pero sobre todo conocidos para Varona, y por la ciudad de Madrid. 

«Es un juego. Quería pasear por la ciudad, por los lugares que son parte de la memoria colectiva. Madrid de día, de noche, a pie de calle, desde las alturas. Sitios que todos conocemos. En el caso de los museos y su interior quería que, por supuesto, fueran unas arquitecturas increíbles y creíbles, hechas por artistas del espacio, donde hay un diálogo entre las obras de arte y las personas. A eso vamos a los museos. Me gusta, por ejemplo, que la sala de turbinas de la Tate, algo que a priori es algo fría, se convierta en un sitio donde niños y familias se divierten, se llena de vida», explica Varona al otro lado del teléfono.

‘Primeros Pasos’. Paula Varona.

Con sus lienzos, algunos de amplio tamaño y otros más íntimos, entra en la sala del Museo del Prado que alberga la obra de Diego Velázquez y eres consciente de varios aspectos, uno de ellos es que tiene un amplio conocimiento de la obra de los grandes nombres de la Historia del Arte y lo mezcla con técnicas y estilos que dominaron gran parte del S. XX.

En este sentido, Francisco Calvo Serraller, uno de los críticos de arte más prestigiosos del panorama nacional y ex director del Museo del Prado, definió a Varona como «una pintora moderna con alma clásica, que técnicamente utiliza los hallazgos del diseño publicitario del pop, pero sabe introducir la dosis suficiente de poesía para que sus imágenes no se queden ni banal ni mecánico».

Detalle de ‘Inés y David Hockney’, 2020. Paula Varona.

Individuos contemporáneos vestidos con deportivas y jeans, frente a la moda del S. XVII de ‘Las Meninas’, ‘La infanta Doña Margarita de Austria’, ‘La reina Doña Margarita de Austria’ o el rey Felipe IV vestido de forma doméstica o listo para una jornada de caza.

«En esta sala de Velázquez me he pintado también a mí misma, un guiño a Velázquez y la presencia que éste tiene en la obra de ‘Las Meninas’ mientras retrata a los Reyes, pero, además, y dando un paso más allá, también he pintado a mi familia, están mis hijos, Inés, la hija de mi marido que es muy creativa y sale muchas veces en mi obra, mi madre o amigos, como cuando el sevillano pintó a la Familia Real. También he metido los perros en la sala del Museo del Prado como Velázquez mete los perros en el cuadro», detalla Varona.

Paula Varona
‘La luz de Velázquez. Museo del Prado’. 2017. Paula Varona.

Revela, además, que «comencé a poner a los miembros de mi familia en las obras porque, entre otras cosas, veía a mi madre mayor y quise mantenerla siempre latente y viva, conmigo, acompañándome, a través de mis obras. Es una forma de tener un diálogo familiar porque son las relaciones humanas son las que nos sostienen».

Usa la pintora malagueña también la fórmula del metacuadro, es decir, representar cuadros reales dentro de cuadros. Varona lo hace con Velázquez, pero también lo hace con El Bosco, con Gutiérrez Solana o con Francisco de Goya. «En la obra del Bosco, que representa ‘El jardín de las delicias’, no hay límites en el cuadro, nos ceñimos a veces a las ideas, pero debemos dejar volar la imaginación y entrar dentro del cuadro», explica.

‘El Bosco. El Jardín de las Delicias’. 2020. Paula Varona.

En esta obra, ese mundo onírico de lo irreal, de la culpa y de los animales que están sobre y bajo la tierra sale de los límites del lienzo para convertirse casi en una especie de instalación. Las formas planas conformadas con pinceles van tomando volumen de manera progresiva a medida que se saltan la delimitación de la tela. Ahí, frente a El Bosco, está una vez más un autorretrato de espaldas de Varona.

‘Café del Pombo. Gutiérrez Solana e Inés’. 2020. Paula Varona.

Las figuras pintadas de espaldas es algo recurrente en la obra de esta artista, a pesar de ser un recurso poco usado en el arte, al menos hasta finales del S. XIX cuando las composiciones comienzan a ser menos academicistas y neoclásicas para dejar paso a un espacio más realista e innovador donde las figuras ya no buscan la armonía y el orden en el espacio. Un aspecto novedoso que irrumpe con los nuevos encuadres que permite la fotografía.

El paseo de Varona acaba con un pequeño lienzo de un faro que esconde intencionalidad. «He pintado mucho mar, crecí en Málaga y tengo el mar en mi retina. Lo toco con mi mente, es el primero de toda la exposición que pinté, aunque lo hemos colocado al final. Todo es muy incierto, nadie sabe lo que va pasar ni hoy ni mañana, así es que me gusta que todo termine con este faro que nos pueda orientar y guiar», explica.

Formada en Saint Martins School of Art

Varona cursó sus estudios de arte en la Saint Martins School of Art en Londres. Finalizados sus estudios, pasó una temporada en Japón y en Estados Unidos para regresar a España en 1989, estableciéndose definitivamente en Madrid, ciudad donde vive y trabaja actualmente, lugar donde ha celebrado numerosas exposiciones tanto en España como en el extranjero recibiendo el reconocimiento internacional del público
y críticos de arte.

Lo último en Cultura

Últimas noticias